Intolerancia política sube en Costa Rica

Tolerancia de ticos es la 16.ª en América y pone en riesgo la calidad democrática

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La Costa Rica del 2014 perdió puntos en uno de los pilares fundamentales para la supervivencia de una democracia: la tolerancia política.

La aptitud colectiva de respetar los derechos políticos de los demás, independientemente de sus pensamientos y preferencias, es uno de los puntos flacos que presenta Costa Rica en la última medición del Barómetro de las Américas , un programa de estudios periódicos y comparativos basados en encuestas en todo el continente.

Aunque el país mantiene su liderazgo en el apoyo al sistema político, seguido de Nicaragua y Canadá, su talón de Aquiles es la tolerancia política, aspecto en que la población costarricense ocupa el lugar 16 entre 25 naciones evaluadas con datos que incluyen inicios de este 2014.

La tolerancia política en Costa Rica llegó a los niveles más bajos registrados en los estudios sucesivos desde el 2004, merced a una caída en la última medición. Esta se basó en encuestas pedidas a Borge & Asociados luego de la primera ronda electoral (de febrero) y antes de la segunda (del 6 de abril).

El Barómetro de las Américas lo desarrolla el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop, por las siglas en inglés), radicado en la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos). Es socio en Costa Rica del Proyecto Estado de la Nación.

La evaluación de la tolerancia política es el resultado de cuatro preguntas, como la siguiente: “Hay personas que siempre hablan mal del sistema de gobierno de Costa Rica. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted el derecho de votar de esas personas”. Esta pregunta se refiere al derecho al voto, pero también las hay sobre el derecho a manifestaciones, a postularse a cargos públicos y a expresarse en público.

El índice, después de un cálculo técnico, se fijó en 57 para Costa Rica en el 2004, y estuvo en 67 en el 2010, pero cayó en el 2012 a 53 y ahora a 47. Esto nos coloca en la decimosexta posición en el continente, encabezado por Estados Unidos, Canadá, Venezuela y Trinidad y Tobago. La peor posición la tiene Guatemala, antecedida de Panamá, Bolivia y Ecuador.

El crecimiento de la intolerancia opacó, en esta medición del 2014, la leve mejoría que se presentó en el apoyo ciudadano al sistema político después del declive evidenciado en el 2012 .

Costa Rica sigue teniendo el primer lugar en el apoyo al sistema político en el continente, pero los expertos Ronald Alfaro, del Estado de la Nación, y Mitchell Seligson, director de Lapop, explicaron que la tendencia de largo plazo es decadente.

Va bajando ese índice mientras se pierde la lealtad hacia los partidos, se reduce la participación electoral y ocurren lapsos de alta movilización social.

Riesgo de inestabilidad. A los expertos les llamó la atención la caída en la tolerancia, y lo subrayan como un factor que podría afectar la estabilidad política del país. Señalan los “efectos nefastos que puede tener la intolerancia sobre la calidad de la democracia”, uno de los motivos de orgullo de Costa Rica ante el mundo.

La intolerancia dificulta lograr acuerdos nacionales, ya de por sí complicados por la fragmentación política en la Asamblea Legislativa . En instancias extremas, la intolerancia puede empujar hacia un sistema autoritario, explican los expertos.

Los más intolerantes son los más pesimistas con la economía nacional, los de menor nivel educativo, los defensores del gobierno anterior, y quienes dan mayor importancia a la religión.