Empresarios y sindicalistas creen que los desafíos que enfrentarán las jerarcas designadas ayer para dirigir la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), son grandes y urgentes.
Llevar a un punto de equilibrio las finanzas y reducir las listas de espera en los hospitales, serán tareas inmediatas para María del Rocío Sáenz, al frente de la Caja.
Entretanto, Recope deberá definir pronto el futuro de la refinería china en Moín, decisión que se hará bajo la guía de la ingeniera civil Sara Salazar, quien debutará en la dirección de una entidad pública.
Ambas profesionales integran la lista de 19 nombres revelados ayer por el presidente electo, Luis Guillermo Solís, en la segunda entrega de su equipo de gobierno, donde además figuran Manuel González como canciller y Luis Felipe Arauz como ministro de Agricultura y Ganadería.
Cambio radical. Para Luis Chavarría, secretario general de la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca), la CCSS es una de las instituciones que requiere cambios “profundos y radicales”.
En su opinión, la responsabilidad sobre la gestión de Sáenz en la entidad será del mismo Solís, por ser él quien la nombró en el cargo.
Según Chavarría, el intento de las actuales autoridades por resolver los problemas financieros más bien derivó en un deterioro de los servicios sin que tampoco quedara resuelta la parte económica.
“Este gobierno se va con una de las mayores deudas con la Caja, se estima que el monto asciende a ¢400.000 millones”, añadió.
Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio, tomó con agrado la designación de la exministra de Salud en la CCSS, pues considera que la funcionaria ya conoce los problemas que padece la institución.
Bajo la lupa también estará la próxima presidenta de Recope.
“Bienvenida la señora Sara. Ella viene de una empresa pública (ICE) y sabe que la gestión no es nada fácil. Esperamos hacer equipo”, declaró Manuel Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros Químicos y Afines (Sitrapequia).
De acuerdo con Rodríguez, la futura jerarca deberá hacer un análisis integral de la empresa “para echarla a andar”. Esto pasa por una definición sobre el plan de modernización de la refinería y medidas para enfrentar la situación financiera. Recope cerró el 2013 con una pérdida de ¢6.000 millones.
En el caso de Luis Felipe Arauz, su designación como ministro de Agricultura también genera expectativas. “Es un hombre de la academia, muy bien preparado, una pieza de lujo para el futuro gobierno. Tenemos gran confianza ”, dijo Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara de Agricultura, al citar algunos retos, como levantar la producción y atacar el desempleo y pobreza en la zona rural.
Por ahora, los gremios prefieren reservarse críticas y declararse satisfechos con los nombramientos.
“En la Cámara de Comercio estamos dispuestos a trabajar de la mano con los nuevos jerarcas. Eso será vital para enfrentar los retos del país”, expresó Llobet.