Gerente del BN admite a diputados que cortó publicidad en represalia por publicaciones

Sostiene que, si bien las noticias de La Nación sobre la situación financiera de Bicsa eran ciertas, actuó para proteger el riesgo reputacional del Banco Nacional

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Juan Carlos Corrales, gerente general del Banco Nacional (BN), admitió bajo juramento que él ordenó cortarle la publicidad al periódico La Nación en represalia por publicaciones de este medio, en particular las relacionadas con los estados financieros del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa), del cual el BN es socio.

Así lo declaró, la tarde de este jueves, el jerarca del mayor banco público del país ante los diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, que investigan el caso.

Corrales argumentó que, en mayo de este año, La Nación reveló un informe sobre los riesgos financieros de Bicsa y que, en su criterio, la publicación ponía en riesgo información confidencial de la entidad y de sus clientes.

Añadió que una de sus funciones, como gerente general, es proteger el riesgo reputacional del Banco Nacional y que, en su criterio, este podría verse afectado por las noticias publicadas.

LEA: Banco Nacional evalúa vender Bicsa por su alto riesgo

Si bien enfatizó que todas las informaciones eran ciertas, reconoció que pidió a la gerente de Publicidad, Patricia Jara, frenar la pauta publicitaria que se coloca en La Nación y que, a su vez, él trataría de conversar con el presidente de la junta directiva de este medio, Manuel Francisco Jiménez Echeverría.

Corrales relató que la pauta fue detenida durante dos meses, principalmente por esa razón y que, cuando logró hablar con Jiménez, este le respondió que la junta directiva de La Nación no se metía en las decisiones editoriales del diario.

Entonces, continuó el gerente bancario, procedió a buscar al director del periódico La Nación, Armando González Rodicio. Dijo que lo hizo para pedirle equilibrio en las informaciones publicadas sobre el Banco Nacional, específicamente sobre las intenciones que tiene la entidad de vender su participación en Bicsa (el BN es dueño de un 49% de las acciones y el Banco de Costa Rica, de un 51%).

En su comparecencia, Corrales aseguró que González le reclamó por el recorte en la publicidad y que él le pidió mejorar el equilibrio en la información.

Los diputados le preguntaron si considera correcta la decisión que tomó, a lo que el gerente respondió que sí, porque tiene que proteger al Banco Nacional de los riesgos reputacionales.

LEA ADEMÁS: Director de La Nación: 'Es una falta al deber de probidad' cortar publicidad como represalia

De hecho, Corrales informó en la comisión de que la junta directiva del Banco Nacional lo sancionó verbalmente una vez que él rechazó la necesidad de someterse a un proceso de investigación. Dijo que aceptó no someterse a la investigación por falta de tiempo. Además, la junta le ordenó investigar a la administración del Banco por la arremetida contra el periódico La Nación por las publicaciones, lo que incluía solicitar a abogados evaluar posibles acciones legales.

El gerente insistió en que las publicaciones sobre Bicsa tuvieron efectos negativos, al punto de que él mismo recibió a clientes extranjeros del Banco Internacional, inversores de Nueva York y clientes grandes, preocupados porque la situación riesgosa de ese Banco.

Corrales dijo que tal vez fue un error haber tomado una represalia como un recorte de publicidad ante la publicación de informaciones críticas. Ahora, piensa que debió agotar otras vías, como la judicial, pero insistió en que solo actuó apegado a sus responsabilidades y a la protección de la entidad bancaria, no para amordazar a la prensa.

Quiso dar a entender que el daño reputacional obligó al BN a capitalizar a Bicsa con $40 millones en los últimos tres meses, y a comprarle créditos por $23 millones, por las publicaciones. Sin embargo, ante preguntas de legisladores, respondió que las divulgación de las noticias no fue la única razón para ese fondeo, en su criterio.

Diputados como Mario Redondo, Ottón Solís y Epsy Campbell criticaron la decisión de usar recursos públicos para presionar a un medio, mientras Rolando González y Julio Rojas lamentaron que "no haya sigilo en la junta directiva en el manejo de información confidencial".

LEA TAMBIÉN: Banco Nacional desató ofensiva para silenciar a la prensa

Por su parte, Patricia Jara, gerente de Publicidad del BN, declaró que existe una tendencia a reducir pauta publicitaria en diarios, y que hubo una recomendación verbal de la agencia de publicidad, que es Garnier BBDO, de no colocar publicidad en un medio donde sale "información negativa".

En tanto, el gerente general negó que en algún momento haya llegado a sus manos u oídos una recomendación para no pautar en La Nación.

Mediante un correo electrónico, Garnier BBDO negó que haya recomendado recortar publicidad a causa de informaciones, pues sus criterios se fundamentan en estudios de medios y preferencias de consumidores.

"Categóricamente, bajo ninguna circunstancia, una recomendación de esta agencia se ha basado ni se podría basar nunca en el contenido editorial que el mismo realice, siendo que no sólo respetamos, sino que consideramos muy sana la independencia que en Costa Rica existe entre la línea comercial de la línea editorial; separación que representa uno de los pilares que fortalece la democracia y la libertad de expresión de la que todos nos sentimos muy orgullosos en nuestro país", declaró Rodrigo Garnier, vicepresidente ejecutivo de Garnier BBDO.

Jara, en tanto, aseguró que no hubo un documento con esa recomendación plasmada, sino que se hacía de forma verbal en las reuniones semanales que ellos realizan.