Las dudas sobre el proyecto de Ley de Acuerdo entre Costa Rica y China para la Promoción y la Protección de las Inversiones vienen del Frente Amplio (FA).
La iniciativa está frenada desde el 2010, pese a que se inició el trámite en el Congreso desde noviembre del 2008, un año después de su firma por los expresidentes Óscar Arias y Hu Jintao, en Pekín.
El exdiputado frenteamplista José María Villalta explicó que la principal duda es que el acuerdo establece como sede para la resolución de conflictos entre un empresario chino y el Estado de Costa Rica un tribunal arbitral internacional y no los estrados de nuestro país.
“Nos preocupa que se repita la epidemia de demandas injustificadas en tribunales internacionales, que le cuestan mucho al país, porque se los llevan a tribunales externos, en China y Estados Unidos”, dijo Villalta.
El acuerdo con los chinos crea un marco jurídico que se aplicaría a los negocios entre empresarios de esa nación y el Estado costarricense, sobre todo para fijar las reglas de tratamiento de las inversiones, la compensación por daños y pérdidas, así como la resolución de conflictos y solución de diferencias entre las partes.
El atraso en la aprobación del proyecto de ley genera preocupación entre los chinos, quienes están a la expectativa de que el trámite finalice, luego de casi ocho años desde la firma.
El consejero comercial de la embajada china, Liu Xiaofeng, dijo a La Nación que hay muchos inversionistas interesados en venir al país, pero con falta de confianza, por la ausencia de un acuerdo que los proteja.
El jefe libertario en el Congreso, Otto Guevara, criticó la oposición frenteamplista al acuerdo y dijo que su trámite podría aligerarse si hay voluntad, aunque la fracción del Frente Amplio anunciara que utilizará todo el tiempo del que dispone antes de la votación.
Para Gerardo Vargas, jefe de la bancada del FA, solo el hecho de que Guevara tenga interés en ese plan enciende las alertas en su partido, aunque aseguró que durante un año, la iniciativa no tuvo impulso del Gobierno.