Familia viaja 100 kilómetros en bus para presenciar el traspaso de poderes

Salieron de Jacó a las 7 a. m., llegaron a San José sin entrada, pero a pesar de eso estuvieron en el cambio de mando.

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Un martes diferente, democrático y festivo tuvo la familia Chaves, la cual viajó 100 kilómetros, desde Jacó, en Puntarenas, hasta la plaza de la Democracia, en San José centro, para presenciar el traspaso de poderes.

Luis Diego Chaves y sus dos hijos, Fiorella y Luis Diego, salieron de suelo porteño a las 7 a. m. en un autobús de transporte público, llegaron a San José a las 8:30 a. m. y, aunque no tenían entrada para la actividad, lograron participar en el acto de cambio de mando.

El celular fue su único compañero de viaje y lo utilizaron para guardar los mejores momentos de un día histórico para ellos.

"Vinimos para que los niños aprendan qué es una fiesta democrática, que el traspaso de poderes en Costa Rica se hace sin ninguna actividad bélica y que permite la participación de todas las personas de una forma cívica", explicó el padre.

Según dicen, les gustó mucho la experiencia y así lo reflejaban sus sonrisas.

Al concluir el traspaso, aprovecharon para tomarse fotos y planeaban quedarse un rato más en la capital para hacer trámites.

Mascota engalanada

Entre el público que asistió al traspaso de poderes había una invitada muy particular: Tita, una perrita que llegó con un traje típico de Costa Rica.

Su dueña, María Luisa Pérez Trejos, vive en San José y contó que la vestimenta del animal fue elaborado por la costurera del barrio.

"Siempre participo en las actividades del 15 de setiembre y ahora es la primera vez que la traigo (a la perrita) al traspaso de poderes. El traje lo hizo la costurera del barrio, Maribel Chacón (zapatos, vestido y lacitos)", mencionó Pérez.

Añadió que el traspaso estuvo muy organizado y bonito. "El momento que más me gustó fue cuando don Luis Guillermo Solís le entregó la banda presidencial al nuevo presidente Carlos Alvarado", expresó.

Esperanza en el Gobierno

Las poblaciones indígenas fueron invitadas especiales del presidente Carlos Alvarado, había representantes de diferentes sectores del país quienes compartieron la esperanza de que el Gobierno escuche sus necesidades.

Pablo Sibar, del territorio Térraba, destacó su lucha por los derechos de la tierra y reconoció que confía en que el nuevo mandatario reconozca sus territorios.

Destacó la cantidad de mujeres que integran el nuevo gabinete y dijo que, por el bien de Costa Rica, espera una buena gestión para los próximos cuatro años.

"El traspaso fue muy ameno e interesante. En este Gobierno hay gente joven, con ganas de trabajar (...) y este país necesita una gobernanza de sabiduría. Esperamos que el Gobierno lo logre", afirmó Sibar, quien asistió por primera vez a una actividad de este tipo.

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Juan Sánchez y su esposa María de los Ángeles Pérez, de la etnia huetar, también asistieron a la actividad. Viajaron desde Quitirrisí de Mora y portaban vestimentas particulares.

Sánchez precisó que venía con un traje "simple y eficiente", como espera que sea el mandato de Alvarado. En el pecho portaba unas garras de oso caballo y plumas de aves sagradas, como el zopilote y un báculo de la protección con pieles de conejo.

Según relató el hombre, los pueblos indígenas están optimistas en que esta administración los ayuden con problemas históricos como la titulación de sus tierras, el acceso a servicios básicos y la educación.

Colaboró la periodista Ángela Ávalos.