Fabio Chaves intentó esconder decomiso de pantalla plana

El domingo, el líder gremial negó haber tenido incidente con la Policía en Golfito

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El sindicalista Fabio Chaves negó el domingo a La Nación que la Policía de Control Fiscal le hubiese decomisado una pantalla plana que habría comprado de manera irregular en el Depósito Libre Comercial de Golfito.

No obstante, este martes, admitió en Diario Extra que recurrió a la tarjeta de otra persona para adquirir el televisor con una reducción de impuestos.

Cuando trascendió la incautación del aparato, un televisor tecnología led de 48 pulgadas, marca RCA, Chaves negó a La Nación haber sufrido incidente alguno en la zona sur del país.

Ante una consulta telefónica de este medio, el domingo por la noche, aseguró que se encontraba en otro lugar, a 243 kilómetros de Golfito, cantón donde se produjo el decomiso.

Incluso, calificó de persecución las preguntas que entonces le hizo la periodista a cargo: “No, no, nada en especial; estoy más bien por el lado de Jacó, ¿qué es lo que están diciendo?, cómo inventa la gente (…). No, no, no tengo ningún problema, no he tenido ningún inconveniente; me extraña que ustedes hagan esas preguntas y me parece más bien como un acoso”.

Admite compra. Sin embargo, ayer en una entrevista publicada por Diario Extra , el coordinador del Frente Interno de Trabajadores del ICE (FIT-ICE) reconoció a ese medio que la Policía de Control Fiscal sí le decomisó la pantalla plana obtenida con menos impuestos, pues la factura de la compra no estaba a su nombre, sino al de un tercero que no viajaba con él en el carro, cuando lo detuvieron en carretera.

Chaves declaró que efectivamente adquirió el aparato con una tarjeta de derecho de compra (con un monto semestral de $1.000, unos ¢540.000) de otra persona, pues ya había rebasado la suma permitida al año en otra oportunidad que visitó dicho complejo comercial.

“Pagué ¢212.000 porque estaba en oferta, inclusive era para mi hermana (…). Hacía menos de un año había comprado, por lo que me consiguieron otra tarjeta que pagué en ¢8.000, era de una persona que no supe quién es; esa transacción es común. Si eso fue un error, asumiré las consecuencias”, dijo Chaves a Diario Extra .

Hacer compras en el Depósito de Golfito con una tarjeta a nombre de otra persona es penado con hasta tres años de cárcel, debido a que estos derechos son personales y los ciudadanos no pueden transferirlos a terceros.

El lunes, el sindicalista declinó dar declaraciones a La Nación con el argumento de que este medio ejerce “terrorismo mediático” y que se le dañó su credibilidad con el artículo sobre el caso.

“A La Nación no le voy a dar declaraciones de este tipo porque ustedes utilizan el terrorismo mediático y distorsionan la realidad, sacan cosas mentirosas y hacen un daño terrible en la credibilidad de uno con cosas subjetivas”, expresó el lunes.