Expresidente y premio nobel Óscar Arias afirma que Nicaragua debe liberar a detenidos y reabrir los medios clausurados

Sostiene que estudiantado universitario será el encargado de sentarse en la mesa de diálogo junto a la Conferencia Episcopal, entre otros actores.

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El exmandatario y premio nobel de la paz, Óscar Arias, manifestó este lunes, por medio de un comunicado, que ante la insatisfacción del pueblo nicaragüense, lo primero que debe acabar es la represión, que el Gobierno libere a los detenidos y se reabran los medios de comunicación que han sido clausurados.

Además, expresó que se debe abrir "cuanto antes" una mesa de diálogo.

"(En Nicaragua) no hay líderes reconocidos de oposición y ha emergido una fuerza popular muy poderosa conformada por el estudiantado universitario, que necesariamente deberá sentarse en esa mesa de diálogo, al lado de la Conferencia Episcopal y de representantes de distintos sectores sociales y gremiales", aseguró.

Duras críticas

El expresidente de la República en los periodos 1986-1990 y 2006-2010 añadió que no se debe confundir el origen democrático de un Gobierno con el funcionamiento democrático del Estado.

"Cuando un gobierno controla el poder legislativo, judicial y electoral, como es el caso de Nicaragua, y cuando no hay oposición política porque el Gobierno la destruyó, es muy evidente que ese régimen político dejó de ser una democracia liberal para convertirse en un gobierno autoritario", señaló Arias.

"En 1987, cuando los cinco presidentes (de Centroamérica) firmamos el plan de paz que mi gobierno impulsó, quedó muy claro que la condición para una paz firme y duradera en Centroamérica era la realización de elecciones libres y la construcción de instituciones democráticas.

"Yo me mantuve en permanente contacto con líderes sandinistas y de la oposición la noche del 25 de febrero de 1990, el domingo en que acudió a las urnas el pueblo nicaragüense. La sensatez prevaleció y el gobierno de Daniel Ortega aceptó la derrota", narró el exmandatario.

Arias también contó cómo fue testigo del traspaso de poderes en Nicaragua en aquel año, cuando Ortega entregó la banda presidencial luego de su primer mandato.

"El 25 de abril de ese año presencié, en mi condición de presidente de Costa Rica, en la ciudad de Managua, cómo Daniel Ortega le traspasó la banda presidencial a doña Violeta Chamorro.

"Era la primera vez en cinco décadas que Nicaragua vivía una transición de gobierno pacífica. Ese fue el inicio de una era democrática en Nicaragua que permitió la alternancia en el poder y el fortalecimiento de los partidos políticos", aseveró Arias.

El exlíder liberacionista agregó que "después de las recientes manifestaciones, Nicaragua ya no será la misma de los últimos 11 años, y corresponderá a los liderazgos emergentes la responsabilidad de reconstruir la institucionalidad democrática del mañana".

"Si el diálogo hizo milagros 31 años atrás, también hoy sigue siendo el único instrumento capaz de provocar un cambio de rumbo", finalizó Arias.