El expresidente y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez, evitó revelar por quién votó en esta segunda ronda electoral.
"Decidir es dividir, por eso yo he preferido no manifestar por quién habré de sufragar porque quiero, si es necesario, poder servir en la conciliación de la sociedad costarricense si es que quedamos muy divididos", manifestó el exmandatario (1986-1990, 2006-2010), tras ser abordado por la prensa a su llegada a la escuela Carlos Sanabria, de Pavas, San José, en donde sufragó al final de esta tarde.
El exmandatario hizo un llamado a respetar los resultados de estas elecciones presidenciales.
"Hay que respetar el veredicto de los costarricenses manifestado en las urnas y pasar la página. Aceptar, sea el que sea el presidente, el designio del pueblo de Costa Rica, eso es lo que un verdadero demócrata hace.
"Felizmente, en nuestro país estamos acostumbrados a procesos electorales limpios y transparentes, donde nadie duda de la libertad del sufragio y de que la voluntad expresada en las urnas es la verdad, es lo que el pueblo ha querido. Sí ha sido una campaña que polariza en general. La política polariza", agregó Arias.
Arias le deseó lo mejor al futuro presidente y ofreció su ayuda: "Los problemas que tenemos son serios, todos los sabemos. Pero al igual que lo he hecho siempre si alguien requiere de mi opinión, ni siquiera de mi consejo, porque no quiero comprometer a nadie pidiéndome consejo, pero estaré siempre dispuesto".
El siguiente es el breve intercambio que tuvo con la prensa previo a emitir su voto.
- ¿Le ha dolido la división?
- Bueno, ha polarizado porque cuando hay temas religiosos las sociedades se polarizan mucho más. Nosotros somos hijos de John Locke, un inglés que escribió a finales del siglo XVII sobre la tolerancia y escribió fundamentalmente pensando en que acaba de pasar la guerra de 30 años que dividió a Europa, y fue una guerra religiosa.
"(...) son 30 derechos humanos. Son 30. Posiblemente el más importante es la vida. Fuera de la vida hay otros 29, todos son importantes. Casualmente, estamos celebrando 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tenemos que ser tolerantes. Esa es la gran lección que nos dejó John Locke. Él escribió libros y una carta sobre la tolerancia, y hoy más que nunca debemos aprender a ser tolerantes, a respetar las ideas, los valores, los principios e ideales de otras personas".
- ¿Cómo lograr conformar un equipo de trabajo que concilie y reestructure a la sociedad costarricense después de este proceso?
- "Esto se da con magnanimidad, con humildad, extendiendo la mano al adversario, no al enemigo, aquí no hay enemidos, Hay adversarios. Los adversarios, como lo sabemos muy bien, al día siguiente pueden ser los principales aliados. Yo creo que ambos candidatos han tenido la humildad de pedir ayuda a otros partidos políticos, hablan de un gobierno de unidad nacional lo cual es muy importante.
- Usted conversó con los dos candidatos (Carlos y Fabricio Alvarado), ¿volvería a conversar con ellos y que más les ofrecería?
- "Yo no me acomodo a nadie. Los dos me escucharon. No hay ningún costarricense que se pueda negar a ayudarle a aquel candidato que el pueblo ha escogido en el puesto más honroso, que es servirle a Costa Rica".