Los excandidatos que aspiraron por la Presidencia de la República en la primera ronda electoral, disputada el pasado 6 de febrero, comenzaron a acercarse a sus centros de votación este domingo desde tempranas horas de la mañana, rodeados de un ambiente menos festivo y un protagonismo distinto que el de hace apenas dos meses: algunos de ellos hoy son diputados electos; otros alzan su voz como representantes de la oposición.
La excandidata presidencial del Partido Unidad Social Cristiana, Lineth Saborío fue de las que más temprano se acercó a votar. Llegó al Liceo de Pavas y a las 7:50 a. m. estaba en el recinto donde emitió el sufragio. Ella, quien terminó de quinta en los resultados de la primera ronda, con 259.767 votos (12,4% del total de sufragios emitidos), llamó a mantenerse vigilantes de los pasos de la próxima Administración.
“Es un gobierno, que va a ser un gobierno definitorio; por lo tanto, todos los liderazgos que hay en este país, políticos, sociales, comunales, tenemos que estar muy atentos, al desarrollo que haga de sus actividades, de sus actuaciones... (...) para ser serios, para ser responsables, para colaborar cuando eso sea necesario, pero estar prestos a defender, eso que es tan sagrado, que son nuestros derechos, que al final lo que nos dan son oportunidades de crecimiento, de desarrollo, de igualdad, de inclusión”, manifestó Saborío a la salida del centro de votaciones.
Casi a la misma hora se presentó a sufragar el excandidato y diputado electo por el Partido Liberal Progresista, Eliécer Feinzaig, a la Escuela Escuela Yanuario Quesada, en San Rafael de Escazú. Este economista finalizó en cuarto lugar en la primera ronda electoral, con 259.788 votos (12,4%).
“Yo respeto la decisión de quienes votaron por mí. Estoy seguro que algunos votarán por un candidato y otros el otro, pero la mayoría de con quienes yo he conversado están muy tristes por una campaña tan baja y rastrera como la que hemos visto”, dijo el político a La Nación.
Ante la consulta de si considera que alguna de las dos opciones puede ser potable para Costa Rica, el excandidato y diputado electo respondió: “Prefiero no emitir comentarios al respecto. La verdad estoy bastante desilusionado”.
Por su parte, Fabricio Alvarado, exaspirante y diputado electo del Partido Nueva República, lamentó que esta segunda ronda haya estado cargada de tantos ataques personales y al cuerpo entre los dos contendores.
Alvarado acudió a sufragar a la Escuela Joaquín García Monge, en Desamparados. Aunque no reveló por quién pensaba votar invitó a la ciudadanía a acudir a las urnas y resaltó la solidez y seguridad del sistema electoral costarricense.
“Es importante tener la claridad de que alguno de los dos va a ser presidente y nos toca, como pueblo creyente, pedirle a Dios que les de sabiduría”, manifestó.
Alvarado, quien sumó 311.633 votos en la primera vuelta (14,9%), volvió a criticar a Chaves por haber ofrecido puestos a miembros de su agrupación, pero aclaró que eso no significa que tenga afinidad con Figueres. También abogó porque el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y el Congreso investiguen las irregularidades denunciadas contra ambas campañas.
“Yo creo firmemente que las investigaciones del TSE van a llevar a buen puerto todas estas denuncias que han salido desde muy distintos flancos como medios de comunicación, militantes y exmilitantes de los partidos y hasta las redes sociales.
“Y si en la próxima Asamblea Legislativa se abre alguna investigación respecto alguno de estos casos, seremos los más minuciosos posibles y dejaremos a las autoridades que hagan lo que corresponde”, declaró.
Por último, Alvarado remarcó su queja contra Chaves por ofrecer puestos a miembros de Nueva República y lo acusó de querer formar una “estructura” con este método. No obstante, aclaró que ese señalamiento tampoco siginifica que apoye a Figueres en esta ronda.