Proyecto de Feinzaig reviviría comercio de flora y fauna silvestres

Plan de Feinzaig permitiría el comercio de fauna y flora silvestres, dos años después de que los diputados anteriores prohibieron explícitamente el tráfico de estas especies

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Un proyecto del diputado Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), reviviría el comercio de fauna y flora silvestres, dos años después de que los diputados anteriores prohibieron explícitamente el tráfico de estas especies.

El expediente 23.276 permitiría la exportación e importación de fauna y flora silvestres, así como sus productos, partes o derivados. Fue firmado por los seis miembros de la fracción del PLP.

La iniciativa reformaría el artículo 79 de la ley 7317, Ley de conservación de la vida silvestre.

En junio del 2020, la Asamblea Legislativa modificó ese numeral para que dijera así: “Artículo 79- Se prohíbe la exportación, la importación o el trasiego de la fauna y la flora, sus productos o subproductos incluidos en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), con países no miembros de la Convención”.

El proyecto de Feinzaig, en cambio, establecería esta redacción: “Artículo 79.- Se permite la exportación, importación o tráfico de la fauna y la flora, sus productos, partes o derivados, incluidos en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) con países que apliquen medidas iguales o equivalentes a las establecidas por la Convención”.

En otra parte, el proyecto establece que las especies, sus productos y derivados “están autorizados para su comercialización y venta a otros sitios de manejo, comercios autorizados, particulares y el mercado nacional e internacional siempre y cuando provengan de un sitio autorizado para la comercialización de estos”.

Los diputados anteriores prohibieron el comercio de flora y fauna con el fin de evitar peligros para las especies amenazadas.

Feinzaig argumenta que el objetivo de su plan es “fortalecer la seguridad jurídica de los sitios de conservación de vida silvestre y fortalecer su actividad económica de recreación, mermada por la pandemia de la covid 19″.

La propuesta ha recibido, en pocos días de existencia, numerosas críticas desde dentro y fuera de la Asamblea.

Según el jefe del PLP, la ley actual “malinterpreta definiciones actualmente ambiguas en la ley y ha llevado a cierres, decomisos de animales y a tratar de aplicar medidas contrarias al sentido común”.

Feinzaig alegó que la convención Cites regula el comercio internacional de más de 35.000 especies de plantas y animales, incluyendo los productos y sus derivados, con el fin de garantizar su supervivencia en el medio silvestre y beneficiar el sustento de las poblaciones locales y el medio ambiente local.

El diputado adujo que le reforma permitiría que los “sitios de conservación” dinamicen su economía y se fortalezcan para convertirse en “referentes en el continente americano y generen atracción turística”.

El proyecto también busca modificar otros artículos respecto a la definición de vida silvestre, pues hoy se incluyen los “organismos cultivados o criados y nacidos en cautiverio provenientes de especímenes silvestres, sus partes, productos y derivados”, como medida de protección.

El proyecto de Feinzaig los dejaría por fuera de ese concepto bajo el alegato de que “necesitan del ser humano para su supervivencia” y arguyó que su regulación debe estar en manos del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y no del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).

El jefe del Frente Amplio, Jonathan Acuña, declaró que el proyecto le parece una barbaridad y tuvo que leerlo varias veces para cerciorarse, pues pensó que tal vez sería un error de interpretación, pero confirmó que “dice lo que dice”.

“Me parece un retroceso. Este país ha avanzado en materia de protección ambiental muchísimo y pretender un retroceso como ese es inaceptable”, declaró.

Aunque reconoció que no ha leído aún el proyecto, el subjefe del Partido Liberación Nacional (PLN), Óscar Izquierdo, manifestó que no está de acuerdo con la iniciativa. “Es más, no le veo sentido por ningún lado”, apuntó.

Manuel Morales, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), también se manifestó en desacuerdo con la iniciativa, pues indicó que “si en algo se destaca este país es en la protección de la biodiversidad, y eso incluye prohibir el tráfico, sin importar que sean animales en el encierro”.

“Estoy totalmente en desacuerdo”, enfatizó.

La jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Daniela Rojas, afirmó que revisarán de forma minuciosa y con mucho detalle ese proyecto, porque “una de las más grandes fortalezas de Costa Rica es la biodiversidad”.

“No creo que sea conveniente apoyar ningún tipo de iniciativa que tenga la intención de aprobar cualquier forma de comercialización, exportación o importación en el mercado nacional o internacional de la flora y fauna costarricense. Al contrario, estamos en la línea de una mayor protección y bienestar animal”, dijo. la socialcristiana.

Tanto Izquierdo como Morales integran la Comisión de Ambiente del Congreso.