Edificios protegidos: la piedra en el zapato

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Edificios de tres épocas y estilos arquitectónicos totalmente distintos se han vuelto la piedra en el zapato del proyecto para construir el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa.

El más antiguo es la Casa Rosada, casa de estilo colonial criollo de la que se tienen sus primeras noticias en 1865. Funcionó como hotel para los viajeros del tren hacia 1890, luego como asilo de ancianos y por más de 50 años fue la residencia del hacendado cafetalero Carlos Salazar. La Asamblea la compró por 1990.

En cuanto al edificio Sión, se empezó a construir en la primera parte de la década de 1880, tras el arribo al país de las monjas de Nuestra Señora de Sión. Ellas fundador ahí el colegio de mujeres, que funcionó también como noviciado. Las religiosas lo mantuvieron hasta finales de los años 1950, cuando se mudaron a Moravia. Por 20 años, el antiguo Colegio Sión, con todo y capilla, albergó oficinas ministeriales de Obra Públicas, Seguridad y dependencias de la Caja de Seguro Social.

En 1984, se le cedió a la administración del Congreso, para construir un nuevo edificio.

Pese a ser el más reciente, el edificio central de la Asamblea también es patrimonio. El presidente León Cortés (1936-1940) ordenó su construcción, pero la Segunda Guerra Mundial truncó esa intención. Tras el desalojo del antiguo parlamento (actual Banco Central) en 1957, se pidió concluir el edificio, conocido por sus arcos en ambos costados. Es sede del plenario y las comisiones legislativas desde 1958.

Pese a su antigüedad (103 años), el Castillo Azul no es patrimonio. Fue propiedad del político Máximo Fernández, candidato presidencial en 1914. Tras perder, se la alquiló al nuevo presidente, Alfredo González para Casa Presidencial. El golpe de Estado de 1917 dejó a González sin Presidencia y sin Castillo.

La casa siguió como sede del Gobierno hasta 1927, cuando la compró la Embajada de Estados Unidos, que la mantuvo hasta entrada la década de 1930. Desde esa fecha fue casa de habitación, hasta que se compró para sede de la presidencia legislativa en 1989. Entre 2011 y 2012 fue remodelada, a un costo de ¢260 millones.