Se inclinan por reducir el peso del aparato estatal, bajar los impuestos, defender el libre comercio y romper los monopolios. Además, hacen énfasis en la necesidad de mejorar la infraestructura pública para favorecer la producción.
Se trata de los partidos políticos que procurarán atraer votos en el 2018 desde el extremo derecho del espectro ideológico, un espacio que el Movimiento Libertario desempeñó en solitario por más dos décadas.
El Libertario es uno, pero ahora tiene competidor: el Partido Liberal Progresista (PLP), que intenta llenar el vacío que dejó el desgaste del grupo liderado por Otto Guevara en esta ala de preferencias políticas.
Guevara, cuyo partido cayó de tener una bancada de nueve diputados, a una de tres, intenta relanzar su organización.
Bajo la pregunta: “¿quiere acompañarme a relanzar el proyecto político liberal?”, el diputado lanzó hace una semana una campaña desde su perfil en la red social Facebook, para que nuevas personas se inscriban como militantes del Libertario.
El economista Eliécer Feinzaig, fundador y presidente del Partido Liberal Progresista, considera que la campaña de Guevara obedece a que sufre una fuga de afiliados hacia otras agrupaciones que, según él, pueden capitalizar el apoyo de ciudadanos a las ideas de derecha y representarlas mejor.
“El Movimiento Libertario en efecto tomó nota de nuestra existencia y crecimiento pues hasta ahora hemos hecho 35 asambleas cantonales (de 81 necesarias en la consolidación de un partido). A la fecha de hoy, el Libertario no ha iniciado el proceso de renovación de estructuras y me imagino que eso debe tener muy preocupado a Otto”, aseguró Feinzaig.
Otro aspecto por el que el economista considera que el Movimiento Libertario desea renovarse es porque, en su criterio, “no representa bien los valores liberales en el país”.
Para Feinzaig, viceministro de Transportes en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), la diferencia entre las propuestas del Liberal Progresista y la del Libertario está en que su partido quiere reglas parejas para todos los competidores del mercado, mientras que el grupo de Guevara, según él, se casó con un sector de “poderosos empresarios”, en detrimento de los pequeños.
El PLP apoya causas como la legalización de la marihuana y el matrimonio gay, ideas que el Libertario respalda con ciertos matices.
“Creo que Otto tiene arrastre, pero es innegable que ha sido la única cara del Movimiento Libertario durante 20 años, por lo que es contradictorio que hable de un nuevo proyecto liberal”, manifestó Feinzaig.
En tanto, Guevara confirmó que el relanzamiento tiene como objetivo atraer personas para el proceso de renovación con miras a la campaña del 2018.
A sus 55 años, el político, quien ha sido cuatro veces candidato a la presidencia de la República (2002, 2006, 2010 y 2014), y dos veces diputado (1998-2002, 2014-2018), dijo que busca líderes en los 81 cantones del país para que se integren a los órganos y candidaturas del partido.
En febrero pasado, Guevara dijo que era momento de hacerse a un lado y no volver a postular su nombre para la Presidencia, pero ahora no descarta lanzar una nueva candidatura: “Será hasta marzo del año entrante cuando tomaré la decisión definitiva sobre si participo o no en el proceso de convención cerrada del Movimiento Libertario”.
Lo más cerca que ha estado Guevara de ganar la Presidencia fue cuando obtuvo el tercer lugar, en el 2010, con 400.000 votos.
Guevara reconoce la pérdida de militantes, pero niega que reaccionen ante el surgimiento de competencia o que pretendan variar la propuesta ideológica.
“Está más claro que nunca que este país necesita una representación robusta del Movimiento Libertario en la próxima Asamblea Legislativa. Por eso, considero que es el momento de inyectarle sangre nueva al partido a todo nivel, siempre que defiendan la libertad y comulguen con las ideas del partido”, justificó Guevara.
El político rechazó que la condenatoria a prisión de tres militantes libertarios por una estafa de ¢209 millones en perjuicio del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en setiembre del 2015, y la crisis económica que enfrenta el partido, provocaran una salida de militantes.
Para Guevara, esas crisis quedaron en el pasado, pues asegura que el partido ejecutó las acciones para corregir los yerros administrativos que las provocaron.