Diputados reaccionan con dudas y críticas al acuerdo con el FMI

PLN tiene dudas de cuáles son los alcances del plan; Restauración, PUSC y Nueva República se oponen a más impuestos

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Los diputados reaccionaron de diferentes formas al acuerdo de ajuste fiscal alcanzado este viernes por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitirá al país acceder a un crédito de $1.750 millones en tres años.

En la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), existen dudas sobre cuál es consolidad del plan acordado, sus componentes y los rendimientos de cada uno de ellos.

En la fracción socialcristiana, lamentan la ausencia de un acuerdo político interno previo a esa negociación y advierten que no aprobará más tributos.

Restauración Nacional (PRN) se comprometió a revisar la “letra menuda”, pero espera que no hayan impuestos al “azar”, mientras que el bloque fabricista de plano se opone a aprobar nuevos tributos.

“No queda claro, del todo, cuáles van a ser los instrumentos, cuáles van a ser los proyectos que le permitan al Gobierno un equilibrio y una sostenibilidad fiscal”, señaló el vocero del PLN, Luis Fernando Chacón.

El verdiblanco sí resalta el anuncio de las partes de que el programa de ajuste fiscal generaría un superávit primario equivalente al 1% del producto interno bruto (PIB) al año 2023 y una reducción de la deuda pública al 50% en el 2035.

La deuda pública alcanzó el 67,5% del PIB el año anterior y este podría rondar el 80% de la producción.

Ana Lucía Delgado, de la misma bancada liberacionista, dice que cualquier pacto con el organismo “debe ser proporcional, comprensivo, sostenible y viable”.

Para lograrlo, continúa, el Gobierno debe transparentar cada medida con los 57 legisladores del Congreso.

“Su rendimiento y su sostenibilidad, porque lo que existe es una gran desconfianza en relación con el Gobierno, por sus actuaciones y su poca transparencia en la información, que se volvió a sentir en la conferencia de prensa de este viernes”, indicó.

Sus preguntas reiteradas han sido, según dijo, “¿cuánto es el ajuste negociado y cuál es la meta fiscal y de endeudamiento al cierre del 2023?”. Esa meta, agrega, debe ser medible con periodicidad para conocer su nivel de avance.

“Tenemos claro, ahora, que la meta es bajar el déficit en cinco puntos porcentuales del PIB en 3 años, sin conocer el detalle del rendimiento de cada medida, los plazos de entrega del acuerdo y de su aprobación, y el plazo de aprobación de las leyes que lo complementan, algunas de las cuales ya han sido enviadas a la corriente legislativa, sin ninguna explicación por parte del Poder Ejecutivo”, cuestionó Delgado.

Manuela Goretti, jefa de misión del FMI, declaró que el programa acordado “es progresivo y ayudará a reducir la desigualdad de ingresos”.

Por su parte, el presidente del Banco Central de Cota Rica (BCCR), Rodrigo Cubero, aseguró que el ajuste fiscal rondará el 5% del PIB, si se toma en cuenta que el Gobierno Central cerró el 2020 con un déficit primario cercano al 4% de la producción y que la meta es alcanzar un superávit del 1% en el 2023.

Un superávit primario significa que los ingresos corrientes del Gobierno son superiores a los gastos corrientes, sin tomar en cuenta el dinero destinado al pago de la deuda pública.

Pablo Heriberto Abarca, legislador del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), lamentó la ausencia de un acuerdo político con las fracciones del Congreso a estos niveles de la negociación.

“Es el verdadero reto”, aseguró, al tiempo que urgía de una agenda de reactivación económica, reforma estructural del Estado y un recorte permanente del gasto.

El jefe de fracción de la Unidad, Rodolfo Peña, advirtió de que el Gobierno debe incluir una agenda de reactivación económica y excluir la parte de más impuestos para que su fracción apoye el plan.

Xiomara Rodríguez, jefa de bancada del PRN, también urgió, a la par de este acuerdo, una agenda de reactivación económica y generación de empleos, al tiempo que se comprometió a leer la letra menuda de los pactado.

Ella agregó: “Lamentablemente, ha sido la tónica del Gobierno de proponer impuestos al azar que caigan sobre los hombros de los costarricenses que ya han sido golpeados, sobre todo, por esta pandemia”.

Jonathan Prendas, del bloque independiente Nueva República, sin detallar el plan, dijo: “Preocupa mucho el acuerdo alcanzado. Se basa en más impuestos, endeudamiento y no reactivación económica, simplificación de impuestos y reestructuración del gasto que son tres de las áreas de mayor crisis”.

Para el legislador fabricista el Gobierno pretende que los ciudadanos y el sector productivo “sigan cargando con el peso del acuerdo, mientras que ellos, el Gobierno, siguen ignorando su responsabilidad. Nueva República no aprobará más impuestos”.