Diputados del PAC se recriminan derrota del 1.º de mayo

Diputados señalan a exjefa por atraso en designación de su candidato

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A una semana de la derrota del 1.º de mayo, en la elección del Directorio legislativo, los diputados del PAC se repartieron las culpas por el fracaso en mantener el control del Congreso, frente a una alianza de seis fracciones de oposición.

Para un sector de la bancada del Partido Acción Ciudadana (PAC), el atraso en la designación del candidato a la presidencia legislativa fue culpa de su exjefa, Emilia Molina.

En eso concuerdan Franklin Corella y Marcela Guerrero, quienes afirman que ante el atraso justificado por la ausencia de varios de sus compañeros, debieron haber previsto eso con tiempo, de tal forma que los acuerdos internos estuvieran maduros para entrar a la negociación con los otros partidos.

Marco Redondo, el actual jefe de la bancada, y Molina admiten que ingresaron tarde en la discusión, que se alargó porque el Partido tenía tres aspirantes a dirigir el Directorio: Henry Mora, Ottón Solís y Guerrero.

La discusión de los oficialistas empezó el lunes 27 de abril, a solamente cuatro días de la elección del Directorio.

“Entramos muy tarde a la negociación. La fracción tuvo una discusión muy larga”, dijo la exjefa del PAC, Emilia Molina.

Corella aseguró que el atraso causó incertidumbre en los aliados del PAC y eso facilitó la conformación del pacto entre Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana, el Movimiento Libertario, Renovación Costarricense, Restauración Nacional y la Alianza Demócrata Cristiana.

Pero el reparto de la responsabilidad no termina ahí, porque hay legisladores que criticaron la insistencia de su jefatura de fracción y del Gobierno en forzar la aspiración de Henry Mora para mantenerse en el cargo.

‘Terquedad’. Para el fundador del PAC y actual parlamentario, Ottón Solís, la bancada nunca se percató de que la reelección de Mora era inviable y que la Unidad nunca iba a votar por renovarlo en el cargo.

“Ellos insistieron y eso le facilitó a la oposición unirse, que no habría sido tan difícil si hubiera sido Marcela Guerrero la candidata”, explicó.

Solís añadió que el respaldo a Mora, el 1.º de mayo, fue un “balazo en el pie” y que todo se debió a “una malentendida lealtad hacia Casa Presidencial” de sus compañeros de bancada.

La “posición férrea de Casa Presidencial en apoyo a Mora” se debió discutir más en el seno de la fracción oficialista, consideró Franklin Corella.

“Empecinarse con Henry Mora, obsesionarse con él, no permitió una discusión más amplia sobre sus condiciones”, agregó.

Molina admitió que la presidencia le generó un desgaste muy fuerte a Mora, aunque sostiene que era el candidato idóneo.

Según Marcela Guerrero, el liderazgo que tenía la anterior jefatura de fracción y el Gobierno personalizaron demasiado la discusión sobre quién debía ser el candidato, sin dejar ninguna otra alternativa.