Demanda por campamento en isla Calero definirá soberanía de ‘cientos de kilómetros de mar’

San José quiere sacar instalación militar de playa que favorece la delimitación de su espacio marítimo

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La demanda que Costa Rica presentó contra Nicaragua, el 16 de enero, por la presencia de un campamento militar en la playa de isla Portillos (extremo norte de isla Calero), no solo pretende la expulsión de los soldados, sino que también persigue la soberanía costarricense sobre varios cientos de kilómetros cuadrados en el mar Caribe.

Ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), San José denunció que Managua violó su territorio al colocar un destacamento de su Ejército en la playa comprendida entre la laguna Los Portillos (Harbor Head, como se le llama en Nicaragua) y la desembocadura del río San Juan.

Esa playa de 1,8 kilómetros es la última franja de territorio costarricense frente al Caribe, antes de la frontera con Nicaragua. Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega también alega soberanía sobre ese extremo norte del territorio tico, según una nota diplomática del 2016.

Entonces, en esta demanda, Costa Rica pidió delimitar una pequeña barra de arena nicaragüense, que está al sur de dicha playa, con lo que, por un efecto rebote, se confirmaría la soberanía sobre el extremo norte.

Esa barra está al frente de la laguna Los Portillos, que ambos países reconocen como nicaragüense. De hecho, la separa del mar Caribe. Nuestro país pidió a los jueces fijar sus límites tanto al sur como al norte.

Dependiendo de cómo la Corte haga la delimitación, Costa Rica podría ganar o perder espacio marítimo porque de ello depende la definición del sitio en el que empieza la frontera. A San José le sirve que se inicie en el punto más nórtico de la playa, junto a la desembocadura del San Juan, mientras que Managua se vería favorecida si es el extremo sur de la laguna Los Portillos. Entre ambos lugares, hay 3 kilómetros de distancia.

Ante este panorama, la nueva querella incidirá en la demanda que Costa Rica interpuso contra el país vecino, en el año 2014, para definir los límites marítimos entre ambas naciones en el Caribe y en el Pacífico. Por eso, solicitó que se tramiten bajo un mismo expediente.

Una diferencia en el límite terrestre tiene gran incidencia en el límite marítimo, pues es desde ahí donde se trazan las líneas imaginarias para definir la frontera en el mar.

Posición tica. El embajador costarricense en La Haya, Holanda, Sergio Ugalde, afirmó: “A groso modo, estamos hablando de que ese tema específico: ¿De dónde sale la frontera?, representa varios cientos de kilómetros cuadrados de espacios marítimos. No le puedo dar un número exacto porque es un tema que todavía está en discusión”.

Ugalde lidera la ofensiva nacional en el seno de la Corte en La Haya, Holanda.

Los límites marítimos inciden en la pesca y la conservación de la naturaleza. El analista costarricense sobre asuntos internacionales, Carlos Murillo, agregó que en esta zona están en juego yacimientos de petróleo en el mar Caribe.

“Estamos diciendo que esa barra de arena debe delimitarse del resto del territorio nacional porque han habido cambios geomorfológicos (…). Es necesario que se haga una delimitación de ese pedacito de esa barra y ¿a dónde va esa delimitación? Iría donde termina el agua de la laguna a ambos lados de la laguna”, explicó Ugalde.

En criterio de las autoridades ticas, la soberanía de la playa de isla Portillos no está en discusión porque la Corte de La Haya reconoció que es parte de nuestro territorio en la sentencia de diciembre del 2015, sobre la invasión a isla Calero por parte de Nicaragua y la construcción de tres caños artificiales.

La Cancillería alegó, además, que en el 2013 la CIJ ordenó a Nicaragua retirar un campamento militar que instaló en otra parte de dicha playa cuando construía dos caños en la zona. Esa fue una de las medidas cautelares que los jueces emitieron antes de resolver a favor de San José, a finales del 2015.

Así consta en la demanda escrita que Costa Rica presentó en La Haya y que la Corte hizo pública en su sitio web.

En ese documento también se consignó que Nicaragua inicialmente tenía ese campamento en la barra de arena frente a la laguna Los Portillos —territorio que es nicaragüense—, pero que lo movilizó unos 100 metros hacia adentro del territorio costarricense, en dirección norte.

Fue el 14 de setiembre del 2016 cuando, mediante una imagen satelital, que se captó la nueva invasión militar por parte del gobierno de Ortega.

Costa Rica también informó en la demanda de que “se reserva sus derechos a buscar compensaciones adicionales con respecto a cualquier daño que Nicaragua haya causado o puede causar a su territorio”.

La otra cara. El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, negó tal violación. Alega que toda la costa colindante con el mar Caribe desde la laguna Los Portillos hasta la desembocadura del San Juan, es nicaragüense. Así lo aseguró en una nota enviada a Costa Rica el 16 de noviembre del año pasado.

“Desde hace muchos años, ambos países siempre han considerado como parte del territorio nicaragüense, no solo la barra de arena frente a la laguna Harbour Head, sino también el total del estrecho de costa colindante con el mar Caribe que se encuentra entra la laguna y la boca del río”, redactó Moncada.

En la sentencia del 2015, la Corte afirmó que no definió la situación en esa zona porque ninguna de las partes se lo solicitó.

“En sus argumentos orales, las partes expresaron diferentes puntos de vista sobre este tema. Sin embargo, no abordaron la cuestión de la localización precisa de la desembocadura del río ni tampoco proporcionan información detallada sobre la costa. Ninguna de las partes requirió a la Corte para definir el límite concreto con relación a su costa. En consecuencia, la Corte se abstiene de hacerlo”, reza ese fallo.