Costa Rica llama a comunidad internacional a sumarse al tratado de la ONU para prohibir las armas nucleares

Embajadora costarricense Elayne Whyte presidió conferencia que este viernes adoptó texto del acuerdo

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San José

El ministro de Relaciones Exteriores, Manuel González, lanzó un llamado para que la mayor cantidad de naciones posible ratifique el tratado para prohibir el uso de armas nucleares, que fue acogido por 120 países este viernes en las Naciones Unidas.

Costa Rica tuvo un rol trascendental en la redacción y adopción del texto del tratado. La embajadora costarricense ante la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, Elayne Whyte, fue quien presidió la Conferencia que aprobó el tratado en la sede de la Organización, en Nueva York.

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El siguiente paso será la firma del acuerdo, proceso que empezará a mediados de setiembre próximo. El objetivo es que la mayoría de naciones que votaron a favor del Tratado este 7 de julio lo firmen, para que inicie luego el proceso de ratificación en cada uno de los parlamentos nacionales.

Para que el acuerdo entre en vigencia debe ser aprobado y depositado ante la ONU por al menos 50 países.

González pidió a la comunidad internacional cumplir con ese objetivo cuanto antes, debido a la relevancia que tiene la prohibición del desarrollo y uso de armamento nuclear.

Según el canciller, el apoyo que tuvo el Tratado lo legitima para ser algo más que un texto simbólico, como lo han querido hacer ver las potencias atómicas, lideradas por Estados Unidos, y que se oponen a la prohibición del uso de la tecnología nuclear con fines bélicos.

"En la medida en que una gran mayoría de la comunidad internacional lo aprueba, da a los países un sustento legal para hablar, no sobre una aspiración, sino, sobre algo concreto y que, además, le da un gran refuerzo a la sociedad civil para pronunciarse sobre este tema.

"Creo que aunque se le trate hacer ver como algo simbólico, esos elementos, con el tiempo, y con el trabajo que tenemos que hacer de aquí en adelante los países, buscando la universalización del tratado, serán una enorme ganancia.

Por supuesto que hay una enorme oposición de las potencias nucleares, desde algunos países occidentales que ya las tienen (armas nucleares), hasta los que intentan tenerlas, como Corea del Norte. Entonces, no es un tema lejano, es de mucha actualidad e importancia y de eventuales consecuencias muy negativas", subrayó el canciller.

Para González, ahora es vital que los 120 países que aprobaron el tratado pongan énfasis en estigmatizar el desarrollo y uso de las armas nucleares.

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La ratificación del texto del tratado, propuesto por la delegación de Costa Rica y modificado por los países, fue el último paso después de que a finales del año pasado la Asamblea General de la ONU creara la Convención para Prohibir las Armas Atómicas y Conducir hacia su Eliminación, que presidió desde febrero pasado la embajadora Whyte.

El Tratado tiene como principal objetivo obligar a los firmantes a "nunca, bajo ninguna circunstancia, desarrollar, producir, manufacturar, adquirir, poseer o almacenar armas nucleares u otros artefactos nucleares explosivos, así como usar armas nucleares o efectuar pruebas de armas atómicas".

Además, los Estados que hoy tengan armamento atómico quedarían obligados a destruirlo, al tiempo que se les prohibiría transferirlo a un tercero en caso de firmar el convenio.

LEA: Costa Rica lideró definición de tratado contra armas nucleares que será votado el viernes en la ONU

Pese a que estas últimas naciones menosprecian y hasta amenazan con bloquear el proceso de entrada en vigor del tratado, el canciller González ve lo que viene con positivismo.

"Creo que es mejor tener lo que tenemos hoy a estar en la situación en la que estábamos ayer. A pesar de que hay temas tan difíciles en los que hay tanta oposición y tantos intereses departe de países muy poderosos, todavía el resto podemos tomar decisiones que, aunque hoy puedan verse como simbólicas, van a tener un impacto hacia futuro porque a los países que no son miembros del tratado (los que poseen armas atómicas) no les gustaría hacer algo que está prohibido. Por lo menos esa mínima consideración la hacen los países serios", recalcó el jefe de la diplomacia, quien felicitó a la embajadora Whyte a los miembros de las delegaciones costarricenses en Ginebra y Nueva York por el apoyo al proceso de negociación.

Manuel González adelantó que Costa Rica será de los primeros países en firmar el tratado en setiembre próximo, y pidió a los diputados costarricenses aprobar el acuerdo sin dilaciones una vez que este llegue al Parlamento.

Autoridad moral. El Gobierno ve la ratificación del texto del tratado como una muestra más de la autoridad moral y el liderazgo que tiene Costa Rica en temas de desarme. Este acuerdo no es el primero en que Costa Rica asume un rol protagónico, presidiendo una convención de la ONU para la eliminación de armamento.

Empero, González reconoció que por prohibir las armas atómicas, el armamento más poderoso y destructivo desarrollado hasta ahora por la humanidad, el país se apunta un éxito de proporciones relevantes.

"Lo asumimos con modestia, pero yo creo que el valor de lo hecho y del nombre de Costa Rica están en que podemos hablar de estos temas sin sonrojarnos y con autoridad moral, nuestra historia así lo demuestra y va más allá de no tener ejército", remarcó.

Estados Unidos, respaldado por Gran Bretaña y Francia, principalmente, defiende que este no es el momento para que el mundo prohíba el desarrollo y uso de armamento atómico ante la amenaza de que países como Corea del Norte no respeten esas reglas y continúen con su carrera por tener entre sus arsenales la amenaza atómica.

Costa Rica, sin embargo, no considera de recibo lo dicho por las potencias: "La pregunta ante este argumento es cuándo es el momento correcto y quién lo decide. Lo importante era empezar y ya tenemos un texto que ha sido aprobado en la negociación y ahora tendrá que ser ratificado y puesto en vigencia. Estas cosas toman tiempo, que es lento cuando se trata de relaciones entre países", culminó.