Congreso fraccionado reconoce que la gente le exige un cambio

Mayoría de grupos prometen ayudar al Gobierno, pero sin dejar sus intereses

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Los jefes de fracción de las principales bancadas legislativas coincidieron ayer en dos cosas fundamentales: la imperiosa necesidad de un cambio en la dirección de los asuntos públicos y el complejo panorama político que enfrenta el Congreso más fragmentado de la historia del país para cumplir con esta exigencia de los ciudadanos.

“Tendremos que estar a la altura de un pueblo que decidió cambiar. La negociación es y será necesaria como nunca antes”, dijo Emilia Molina, jefa de los oficialistas.

“Esa realidad nos impone a todas estas fuerzas la necesidad de dialogar, conciliar, convencer y contribuir al buen funcionamiento de la Asamblea. La mayoría le dijo a Liberación que quería un cambio”, expresó Juan Luis Jiménez, líder de la bancada liberacionista.

“El mensaje del pueblo es claro: nos exige una nueva forma del uso del poder político, transparente, a través del diálogo, la concertación y negociación”, agregó Rafael Ortiz, jefe de la bancada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Con este reto por delante, la mayoría de los nueve jefes de fracción se comprometieron, cada uno a su manera, a negociar y colaborar con el Gobierno de Luis Guillermo Solís, con el fin de aprobar los proyectos que le urgen a Costa Rica.

Este es un ideal casi quimérico, dado lo que cada uno considera urgente y los intereses particulares contenidos en los discursos de ayer en temas como impuestos, política económica, aborto o uniones entre homosexuales, por ejemplo.

Al inicio de su proclama, Juan Luis Jiménez advirtió al presidente electo que su triunfo “no es un che en blanco” y anunció que la bancada verdiblanca ejercerá el control político para evitar “extremismos de derecha e izquierda”.

Resintiendo aún la peor derrota electoral del Partido Liberación Nacional, Jiménez también dijo que su grupo realizará un acto de constricción desde las sillas opositoras para reencauzar el rumbo.

“Aprovecharemos este tiempo para evaluarnos y reflexionar sobre el futuro, para emprender un proceso de renovación”, anunció.

Abelino Esquivel, jefe de Renovación Costarricense, que estuvo a punto de aliarse al Partido Acción Ciudadana (PAC) en la elección del Directorio, anunció que no cederán en los asuntos que vayan contra sus principios religiosos.

“Defenderemos con firmeza la libertad de culto, protegeremos con vehemencia la vida desde su concepción y fortaleceremos la legislación que reconoce el matrimonio entre hombre y mujer”, dijo.

Casi al mismo tiempo, el jefe del Frente Amplio, Gerardo Vargas, anunciaba que su grupo impulsará las uniones civiles entre homosexuales y un proyecto para “proteger los derechos sexuales y reproductivos” de las mujeres.

Por su parte, Otto Guevara, jefe de los libertarios, anunció su oposición a nuevos impuestos, frente a la intención del PAC de impulsar una reforma fiscal a partir del segundo año de Gobierno. Guevara también dijo que impulsará la dolarización de la economía nacional, entre otras ideas que lleva al Congreso.

Con este paisaje al frente y consciente de la complejidad del Congreso que va a dirigir, el presidente legislativo, Henry Mora, habló con optimismo a sus colegas.

“Se dice que esta asamblea está fragmentada, que hay posiciones irreconciliables. Soy un convencido de que nuestro marco constitucional, a pesar de las serias limitaciones, nos permite que las distintas ideologías fluyan entre sí, compitan y debatan con respeto”, dijo.

¿Coincidencias? Los jefes de las bancadas del PUSC, Liberación Nacional y el Movimiento Libertario coincidieron en temas como el proyecto que permitiría elevar la participación del sector privado en la generación de energía eléctrica.

Otros asuntos que se repitieron en varios discursos son la eliminación del aumento automático del salario de los diputados, el impulso de iniciativas de empleo público y juvenil y el tradicional deseo de reformar el Reglamento legislativo, que se ha paseado en boca de los políticos durante varias décadas.