Christiana Figueres Olsen: ‘No me arrepiento de absolutamente nada de la campaña’

La exsecretaria de la Convención contra el Cambio Climático dice sentirse tranquila con la forma en que emprendió la carrera por la Secretaría General de la ONU, a la que puso fin el pasado lunes debido al poco apoyo.

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Christiana Figueres Olsen dice que no se arrepiente de nada de lo que hizo en la campaña que emprendió en busca de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual concluyó el lunes pasado debido al poco apoyo en los sondeos a lo interno del Consejo de Seguridad.

Figueres descarta incursionar en la política costarricense, insiste en que no nació para eso y que su lugar es en el ámbito internacional, en el tema del cambio climático, para lo cual se mudará de Alemania a Inglaterra en las próximas semanas.

¿Por qué su postulación tuvo poco apoyo?

No hay ninguna posibilidad de poder puntualizar cuáles son los factores que tienen incidencia en esas decisiones. Esos votos son secretos (…). Lo único que uno podría decir, es como especular. Pero quizás no es completamente jalado del pelo pensar que una candidatura que empezó a escasas dos semanas del primer sondeo, es una candidatura que no tuvo tiempo de darse a conocer de igual manera que la de muchas de las otras personas que están ahí y que llevan uno o dos años de estar en una campaña informal. Otro factor es el entender que en 70 años de historia de la Organización ha habido ocho secretarios generales y ninguno de ellos ha sido de Europa Oriental. Eso explica el hecho de que, de los 12 candidatos originales, ocho son de Europa Oriental, porque hay un sentimiento –aunque no hay una regla establecida de una rotación geográfica–, de que le debería tocar a un candidato de Europa Oriental.

Cuando anunció su retiró adujo intereses geopolíticos y de relaciones entre los países miembros del Consejo de Seguridad ¿A cuáles intereses se refería?

Eso también es muy difícil saberlo en detalle, pero los miembros permanentes no solamente son economías muy grandes, sino que también tienen intereses políticos y de manejo de los más altos que tenemos, entonces, aquí inciden no solo la persona, no solo el país, sino las relaciones directas que tengan entre sí, y temas que ellos están discutiendo.

¿No era entrar ya cuesta arriba, con la batalla casi perdida?

Sabíamos desde un principio que era una quijotada y sabíamos que el riesgo era muy grande, pero igual, fuimos para adelante.

¿Qué le hizo creer que tenía posibilidades de ganar?

En cambio climático se ha demostrado que hay una posibilidad y además una necesidad de fortalecer el multilateralismo y yo (como secretaria ejecutiva de la Convención Marco contra el Cambio Climático) ahí demostré que eso se puede hacer y que tiene buenos resultados (el acuerdo de París del 2015).

¿Pensó que el haber alcanzado ese acuerdo le sumaba posibilidades?

No, esto de la Secretaría General, sinceramente, no fue ni tan siquiera idea mía, sino de otras muchas personas después de París.

Pero logrado el acuerdo, ¿sintió alcanzable la Secretaría?

Por supuesto. Fue ya después del acuerdo de París que mucha gente se me fue acercando y me decían ‘por qué no aprovechamos esto como una gran lección en el próximo paso’. Y la verdad es que yo lo pensé muchísimo hasta que lo lanzamos el 7 de julio, pero no fue que yo dije: saliendo de París el próximo paso es la Secretaría.

¿Lo pensó más de la cuenta?

No, estoy muy tranquila de la manera que se hizo esta campaña, del momento en que se lanzó, estoy tranquila hasta del momento en que decidimos desistir. No me arrepiento de absolutamente nada de la campaña.

¿Cuánto pudo incidir que Costa Rica sea un país sin ejército?

Si es un factor que hace sentir incómodo a otros países que si tienen, eso es una especulación.

¿Cómo se ve a nivel mundial que Costa Rica no tenga ejército, que defienda el desarme?

No todos los países lo ven bien, pero no por eso Costa Rica tiene que echar atrás. Esas posiciones no son cómodas para muchos otros países. Hay que entender lo que es la posición país, que no se puede comprometer y que es una posición aferrada de todos los ticos, pero que en el momento de fungir como funcionario de alta responsabilidad de la ONU, uno tiene que distanciarse.

El secretario general tiene responsabilidad sobre las fuerzas de paz de ONU (cascos azules). ¿El que usted viniera de un país sin formación militar, pudo incidir en el poco apoyo?

Puede ser, nunca lo sabremos, de nadie es desconocido que Costa Rica no tiene tradición de formación militar y que mi trayectoria, mi experiencia no es en el tema militar, por eso es que le invertí tiempo y esfuerzo en entender esos temas de la ONU.