Carlos Alvarado: ‘La reforma fiscal no pretendía recortar la inversión social, sino ampliarla’

Expresidente Carlos Alvarado expresó preocupación de que la línea de recortes del gobierno actual no solo implique sacrificar una política social sino tambien cosas como la seguridad

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El expresidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, negó que la reforma fiscal promovida por su administración pretendiera recortar la inversión en programas sociales. Por el contrario, aseguró que su objetivo era ampliar los recursos destinados a estas iniciativas, centradas en la atención de personas en situación de pobreza.

“Creo que ahí se hace esa confusión. Si hubo una reforma fiscal no fue para agotar esas cosas (inversión social) o para quitarlas, fue casualmente para sanear el sistema, para darle profundidad en el tiempo y ojalá ampliarlo, y eso es lo que yo espero ver”, expresó Alvarado en una entrevista con La Nación.

La reforma fiscal, como se conoce a la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, establece una serie de normas de responsabilidad fiscal para las autoridades gubernamentales, con el fin de fijar límites al endeudamiento estatal en momentos de crisis fiscal y, sobre todo, definir las responsabilidades específicas por el mal manejo del gasto público

Alvarado afirmó que la implementación de la reforma tuvo como propósito fundamental: proporcionar un margen financiero adecuado para la inversión social y garantizar la sostenibilidad del Estado social de derecho. De igual forma, enfatizó que no existe disposición legal alguna, a partir de ella, que imponga una reducción de la inversión social.

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El exgobernante, igualmente, rechazó los cuestionamientos de actores políticos, como la fracción legislativa del Frente Amplio (FA), que le achacan a su gobierno el haber iniciado una línea recortista en términos de los recursos que se invierten en el sector social, y que, según manifiestan, siguió en el actual mandato de Rodrigo Chaves Robles.

“Nosotros tuvimos un periodo muy difícil, tanto por el ajuste de la reforma fiscal como por la pandemia de la covid-19. No hubo una expansión de la inversión social, pero se batalló porque no se redujera”, señaló Alvarado, de 44 años, quien ocupó la silla presidencial durante el periodo 2018-2022.

Tanto el mandatario Chaves como su ministro de Hacienda, Nogui Acosta, han defendido los recortes hechos a la inversión social, como parte de la política de contención del gasto de la presente administración, una decisión que han calificado en múltiples ocasiones de “sacrificio”.

Alvarado, quien llegó al poder en representación del Partido Acción Ciudadana (PAC), dijo que su preocupación sobre la postura del actual gobierno es que “en el sacrificio también estemos sacrificando no solo una política social, sino cosas como la seguridad”.

Para él, el país cuenta con un mayor margen en sus finanzas, que le permitiría encontrar un balance entre cumplir los objetivos del gobierno, de reducir la deuda pública, y atender las necesidades de inversión social, como reclaman la Defensoría de los Habitantes y las fracciones de oposición representadas en el Congreso.

“Yo creo que es posible hacerlo. Hay que hacerlo si nosotros logramos algún grado de balance, aun en un proceso como la pandemia. Creo que ahora que tenemos un poco más de holgura, y no estoy diciendo que toda holgura, creo que deberíamos procurar mantener ese balance, creo que es posible”, aseveró.

‘No hay un factor externo que explique aumento de homicidios’

Durante la plática con La Nación, Alvarado también expresó preocupación por el incremento en los homicidios que registra el país desde el 2023, un fenómeno que considera no responde a factores externos.

“No había ningún indicador en aquel momento de que se generara este disparo de casos sobre homicidios y no ha habido un elemento exógeno o exterior que haya cambiado radicalmente. Es que si uno ve un cambio grande que hubo en el mercado de las drogas, fue cuando se dejó de fumigar en Colombia, por ejemplo. Eso generó un cambio enorme en la dinámica y aumentó muchísimo la producción, pero eso fue, si no me equivoco, hace más de 8 años”, argumentó.

En el año 2015, el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) de Colombia decidió dejar de utilizar glifosato para destruir plantaciones ilegales de coca, que procesada se convierte en cocaína, debido a los efectos cancerígenos del herbicida.

El pasado 4 de abril, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicó que durante el año 2024 Costa Rica registraba un homicidio aproximadamente cada diez horas. La mayoría de los casos tienen como móvil un ajuste de cuentas o venganza, en su gran mayoría, relacionados a enfrentamientos entre grupos narcotraficantes.

La Policía Judicial calcula que, de mantenerse la tendencia actual, el año cerrará con más de 1.000 asesinatos, una cifra mayor al récord histórico de 907 homicidios que se registraron durante el 2023.

Alvarado hizo un llamado a unir esfuerzos para atender el problema de la inseguridad, como se hizo durante la aprobación de la reforma fiscal y para afrontar los efectos de la covid-19.

“Cuando digo unirnos, no quiero decir que es que todos tenemos que caernos bien y todos pensar lo mismo, no, casualmente es en esa diversidad y a veces diferencia, que tenemos que llegar a puntos comunes de acuerdo, porque cuando no nos coordinamos, quien sonríe es el narcotráfico. A ellos es a quienes le estamos dejando la tarea más sencilla, hay que cerrar filas para derrotarlo”, expresó.

‘Uno tiene que decirse las cosas duras a puertas cerradas’

En cuanto a los enfrentamientos que han protagonizado recientemente y de forma pública los integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el exgobernante manifestó que “uno tiene que decirse las cosas más duras a puerta cerrada y afuera tiene que cerrar filas y unirse”.

“En mi tiempo tuve muchas discrepancias con el Poder Judicial, con la Asamblea Legislativa, con los órganos de control, la Contraloría General de la República y la Defensoría, pero uno entiende que afuera, tenemos que ser uno, porque es un país, es una Costa Rica y es para ella que trabajamos; todos nos debemos a Costa Rica.

“Las diferencias, como en un camerino, se ven ahí, se resuelven y en los puntos en conjunto vamos adelante, sobre todo en un tema tan delicado como el narcotráfico; ese es el enemigo que hay que derrotar. Entonces, creo que eso podría contribuir a que más pronto que tarde empecemos a resolver esto”, recomendó.

Alvarado declaró que si ese acercamiento no se produce entre los actuales integrantes de los supremos poderes, el país tendrá que esperar hasta que inicien labores las autoridades que resultarán electas en los comicios generales del 2026.

“Estamos hablando de dos años, donde estos (grupos criminales) siguen impactándonos como sociedad y entre más pasa el tiempo, más se empoderan en cuanto a los territorios, en cuanto a las prácticas. Por eso, urge hacerlo ahora, pero si ahora esas condiciones que parten de la voluntad no se logran, creo yo que la próxima ventana es hasta un próximo proceso electoral y mi temor es que ahí sea muy tarde ya”, sentenció.

‘El PAC hace falta en la política costarricense’

En cuanto a su relación con el PAC, Alvarado aseguró que es su casa y que sigue vinculado a la agrupación. Asimismo, valoró como necesaria la participación del partido político en la dinámica nacional, pese a no lograr representación legislativa en las elecciones del 2022 y tampoco ganar alcaldías en los comicios del 4 de febrero pasado.

“Mi percepción es que el PAC hace falta en la política, porque viene a sumar en ese centro que busca tender puentes entre partidos y tener posiciones mesuradas, moderadas, pero también que logran que el sistema avance”, aseveró.

El exgobernante indicó que la respuesta que los electores dieron en las urnas a Acción Ciudadana es un “mensaje duro”, que debe ser recibido con humildad y que les obliga a presentarse en las elecciones del 2026, con mejores propuestas.

Si bien reconoció tener una cuota de responsabilidad en la debacle electoral del PAC, dijo tener su consciencia tranquila por las decisiones que se tomaron durante su administración y que pudieron restar apoyo a la agrupación.

“Yo pude haber hecho, como gobernante, cosas para beneficiar al PAC, pero en aquel momento entendí, como lo dice la frase del partido que acuñó en su momento Ottón Solís, que primero está la patria y después está el partido. Si yo hubiese hecho cosas para que nos fuera mejor electoralmente y dejado de lado cosas que eran mi deber, hubiese sido mejor partidario, que gobernante”, concluyó.

Alvarado aseguró que al PAC aún le resta vida y que esta no es la primera vez que se le “ha dado por muerto”. Pero señaló que está claro que “solo Costa Rica es capaz de decidir eso con su voluntad”.