El canciller Manuel González defendió la medida de permitir el libre tránsito por territorio nacional a los más de 380 africanos, que ingresaron de forma ilegal al país, desde mediados de abril.
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Según González, esa decisión no responde a una salida fácil al problema, ni se está fomentando que crucen ilegalmente la frontera con Nicaragua —solos o con la ayuda de coyotes— para seguir su peregrinaje hacia los Estados Unidos, país al que se dirigen en busca del llamado “sueño americano”.
“No nos estamos haciendo de la vista gorda, simplemente estamos yendo por los procedimientos que estamos en capacidad de dar y en aplicación de la legislación”, declaró el canciller a La Nación el viernes pasado.
”Si ellos se van o no se van, la realidad es que nosotros no somos los policías de ellos, no podemos poner un policía que los ande siguiendo todo el día, ocurre que se queden y ocurre que se vayan, eso no lo podemos evitar. Eso ocurre con los que están, con los que son africanos, los que son extracontinentales y los que vienen de muchos otros países, al igual que ocurrió en el pasado con muchos otros cubanos”, expresó González.
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La Dirección de Migración y Extranjería sacó a ese grupo de extracontinentales de los centros de detención temporal que instaló en la zona sur del país y les otorgó un permiso de tránsito temporal, con la única condición de que se deben presentar a firmar a una oficina migratoria cada 8 o 15 días.
Además, hizo un decomiso del pasaporte a los africanos que lo portaban hasta que regularicen su condición migratoria en el país.
Para el titular de Relaciones Exteriores, las autoridades de Migración solo están cumpliendo la ley, pues no se puede tener a esos extracontinentales detenidos de forma indefinida por dos razones.
Primero, porque el país carece de los recursos para hacerse cargo de ellos como lo hizo con los cubanos y, segundo, porque la Sala Constitucional ha dicho, en reiteradas ocasiones, que a los migrantes no se les puede prohibir su libertad por más de 30 días naturales.
“Migración ha tenido que pasar a la aplicación de medidas menos gravosas antes de los 30 días, en virtud del espacio. El espacio que se tiene en (en el centro de detención temporal de) Hatillo es muy pequeño, es para 30 personas y normalmente hay más de 100”.
”Hemos sido muy claros en relación a esta migración masiva y la cubana, nuestras limitaciones son muchas, nuestros recursos son pocos y aquí no es solo tema de alimentación, sino quién se las da, quién los cuida, quién les da asistencia médica, quién le da asistencia a las mujeres embarazadas, o sea, eso implica una logística muy complicada que el país no está en capacidad de dar”, agregó González.
El jerarca también dijo que la deportación no es una opción factible en muchos casos, debido a que se desconoce la verdadera identidad y origen de los migrantes.
Hasta el momento, se han detectado 13 nacionalidades diferentes, incluyendo haitianos y brasileños, quienes se hacen pasar con africanos. La situación se agrava debido a que muchos de ellos viajan sin documentos de identidad.
“Si nosotros tuviéramos certeza de quiénes son y de dónde vienen, hubiéramos hecho el esfuerzo de su deportación, porque no puede significar esto un incentivo para que sigan viniendo”, enfatizó el canciller.