Banco Nacional le restó importancia al caso Latco

BCR pidió al BN destituir de Bicsa a directora ligada a empresa denunciada

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La Junta Directiva del Banco Nacional de Costa Rica le restó importancia a la denuncia que presentó el BCR contra la firma Latco por dudas sobre el origen de sus recursos, a pesar de la relación de una de sus directoras con esa compañía.

La cúpula del Nacional se negó a destituir a Jennifer Morsink como directora del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa), el cual es propiedad de esta institución y del Banco de Costa Rica (BCR).

Morsink es la gerenta general y apoderada generalísima de la compañía Latinamerica Trust & Escrow Company (Latco), a la cual el BCR le cerró las cuentas bancarias en noviembre de 2015.

Según la investigación del BCR, entre el 2013 y el 2015, Latco recibió desde Malta y Emiratos Árabes, $67 millones de las empresas Woodtree Equipment Limited y Latitude Global FZE , de la costarricense Marisol Carvajal Cordero, de 35 años y gerenta de un sportsbook (negocio de apuestas en línea).

El Banco Nacional evadió la destitución, a pesar de que la presidenta del BCR, Paola Mora, solicitó revocar ese nombramiento desde mediados de noviembre del 2015, cuando la denuncia se trasladó al Ministerio Público.

En la Fiscalía, Latco es investiga por el presunto delito de legitimación de capitales.

Salud. Al final, la separación de Morsink se concretó dos meses después, el 18 de enero pasado. Sin embargo, el Nacional alegó que la revocatoria respondía a una incapacidad y rehusó pronunciarse sobre el nexo con la firma denunciada, la cual se dedica a los bienes raíces y a la administración de fideicomisos.

Así consta en el acta de la sesión del 11 de enero anterior, donde se señala: “Convocar a una asamblea extraordinaria de accionistas de Bicsa con el propósito de conocer y resolver la revocatoria del nombramiento de la señora Jennifer Morsink Schaefer, dada su incapacidad por los próximos seis meses”.

Mora también confirmó la negativa de su socio en Bicsa.

“El acuerdo de ellos (Nacional) va más por el tema de la salud de doña Jennifer. Nosotros nos mantuvimos como desde el inicio que se dio el caso de Latco, sobre la base de los riesgos que representaba”, afirmó la jerarca.

Objeciones. A finales del año pasado, antes de acordarse la destitución de Morsink, el Banco Nacional había rechazado separarla porque algunos de los miembros de la Junta Directiva alegaron que era un tema ajeno a la institución. Otros directores pidieron más información antes de tomar una decisión al respecto.

Para el directivo del Nacional Luis Pal, ellos no deberían tener “ninguna injerencia” en el caso, y reconoció que existía un desacuerdo sobre el tema con el BCR.

“Lo que ocurra entre el Banco de Costa Rica y doña Jennifer Morsink como apoderada generalísima de esa empresa, es un asunto de carácter personal; ahí debería mantenerse”, dijo Pal, durante la sesión de Junta Directiva del Banco Nacional, del 18 de noviembre del año pasado, según el acta de ese día, de la cual La Nación tiene una copia.

Su compañero Jorge Méndez lo secundó. Alegó en ese momento que la destitución no procedía porque no se conocían con mayor detalle los hechos que le achacaba el BCR a Latco.

“No acepto de ninguna manera la propuesta de remover a una persona, sin tener claridad de lo que se trata (…). No es posible que me pongan como instrumento para remover a alguien, sin que se puntualice cuáles son las razones”, expresó Méndez.

Este medio intentó conversar con Méndez y Pal sobre el caso. El primero dijo que la vocera era la presidenta de la Junta Directiva, Ana Isabel Solano, y que cualquier consulta se debía tramitar con ella o con Mishelle Mitchell, la encargada de Comunicación del Banco. El segundo no atendió las llamadas hechas a su teléfono celular.

Sin informar. En esa misma sesión de noviembre, la directiva del Nacional, por unanimidad, también acordó no informar sobre lo conversado al Consejo de Gobierno (integrado por el presidente y sus ministros) ni a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

Esa decisión se tomó luego de una solicitud de Solano, quien dijo que se omitiera la comunicación “para evitar las malas interpretaciones de la prensa”.