Bajo la mesa

Múltiples citas permitieron adhesión

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El plato comenzó a cocinarse desde los últimos días de noviembre. Para esas fechas ya existía inquietud por el encarnizado ataque que protagonizó el entonces precandidato Luis Fishman contra su oponente, Miguel Angel Rodríguez, por la aprobación de la nueva Carta Ideológica del PUSC.

Las frías y ventosas noches de diciembre trajeron los primeros movimientos de piezas en el ajedrez socialcristiano. Rolando Laclé, hábil político opositor y allegado a Rodríguez, tomó la iniciativa en procura de apaciguar las aguas y para ello sostuvo los primeros encuentros con el exministro de Seguridad Pública.

Pero la Navidad les traería nuevos dolores de cabeza. Una encuesta de opinión preparada por la firma Borge y Asociados para Telenoticias de Canal 7, reveló que el liberacionista José Miguel Corrales superaba a Rodríguez en la intención de voto. Ello, pese a la drástica caída de popularidad experimentada por el presidente José María Figueres y su gobierno liberacionista.

Las inquietudes copaban ya grandes círculos de la cúpula socialcristiana. Rodríguez y sus allegados Laclé y Luis Gabriel Castro, así como Fishman y sus colaboradores Pablo Ureña y Mario Lachner, y hasta el expresidente Rafael Angel Calderón, se abocaron a la tarea de poner coto a esa difícil coyuntura.

Dos de esos dirigentes, que prefirieron no identificarse, narraron todo el proceso de discusión y negociación que condujo a la adhesión que ayer otorgó el exministro en favor de Rodríguez.

Toma y daca

La residencia de Fishman, en Sabana Oeste, y las de Laclé y Lachner -en Escazú- fueron el escenario en el que se montó toda esta trama.

Aunque se encontraba fuera del país, desde Miami, Calderón tomó parte activa en el acuerdo. Llamadas iban y venían hasta esa ciudad estadounidense y no faltaron visitas allá de jerarcas rojiazules para recibir su consejo.

De todo ello salió un documento -no revelado a la prensa- en el que se puntualizan varios compromisos adquiridos por Rodríguez a cambio del respaldo de Fishman.

Allí se citarían la diputación que públicamente se ofreció ayer al exministro de Seguridad, la concesión de posiciones de jerarquía a allegados suyos en instituciones autónomas durante una eventual administración rodriguista y la apertura de espacios a ellos en diversas instancias de la cúpula opositora.

17 de enero fue la fecha clave. Ese día Rodríguez y Fishman suscribieron el acuerdo que habían redactado dos de sus más cercanos colaboradores. El documento fue llevado hasta las manos de Calderón, quien también estampó su rúbrica.