El Congreso reservó ¢5 millones para la compra de trajes folclóricos e instrumentos musicales que serían utilizados por el grupo de bailes y por el coro de empleados.
La partida fue incluida, mediante una moción, en el presupuesto de de la Asamblea Legislativa del 2013. Ese plan de gastos se discutió el año anterior en la Comisión de Asuntos Hacendarios.
Una parte del dinero (¢3 millones) se usaría para la adquisición de los trajes del grupo de bailes folclórico y para la compra de los uniformes del coro.
El resto del dinero (¢2 millones) se destina a la consecución de los instrumentos musicales para el coro y el grupo de bailes en sus presentaciones en el Congreso y otros lugares.
La propuesta de disponer de los recursos no surgió de la administración del Poder Legislativo, según confirmó el director ejecutivo de la Asamblea, Antonio Ayales, sino de algún diputado durante la discusión de la propuesta de los gastos de este año.
La intención no es bien vista por diputados de varias fracciones legislativas, quienes pedirían cuentas al presidente del Congreso, Luis Fernando Mendoza, sobre el eventual uso del dinero.
Precisamente es el diputado Mendoza, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien incluyó esos fondos para ambos grupos culturales en el presupuesto legislativo, cuando ni siquiera sospechaba que sería nombrado jerarca del Primer Poder de la República.
Austeridad. La legisladora del Movimiento Libertario Patricia Pérez afirmó que la situación económica del Gobierno no permite que se gasten ¢5 millones en trajes típicos y guitarras en el Congreso.
“Somos muy buenos cuando hacemos control político para criticar gastos de otras instituciones, pero somos muy malos en lo que nos toca a nosotros”, dijo Pérez.
El expresidente de la Asamblea Juan Carlos Mendoza apoya que los empleados legislativos se dediquen fuera de tiempo laboral a actividades culturales, pero cree que es inconveniente que la Administración financie esas actividades.
Antonio Ayales enfatizó en que los recursos están sin utilizar.
El jefe de la fracción liberacionista, Edgardo Araya, está de acuerdo en que se apoye con partidas del Presupuesto Nacional las actividades de los empleados y diputados fuera de las responsabilidades ordinarias.
José María Villalta, del Frente Amplio, y Rodolfo Sotomayor del Partido Unidad Social Cristiana, coincidieron en que se deberán pedir cuentas sobre las intenciones de uso de esos dineros presupuestados.
La Nación intentó conversar anoche con el presidente legislativo, Luis Fernando Mendoza. Sin embargo, el diputado no respondió llamadas ni mensajes.