Los alcaldes Mangell Mc Lean, de Siquirres, y Wálter Céspedes Salazar, de Matina, aprobaron modificaciones presupuestarias en sus ayuntamientos por un total de ¢1.500 millones, aunque carecen de facultades legales para hacerlo.
Así lo determinó la Contraloría General de la República mediante auditorías especiales realizadas en ambos gobiernos locales.
En el caso del ayuntamiento de Siquirres, el ente contralor determinó que el alcalde Mc Lean autorizó en forma indebida 26 modificaciones por un monto global de ¢1.387,42 millones para los ejercicios económicos de 2020, 2021 y 2022.
Solo en el periodo 2021, los cambios aprobados por el jerarca representaron el 58% de las 17 modificaciones presupuestarias reportadas por la Municipalidad ese año. De esa forma, Mc Lean autorizó ajustes por ¢540 millones y el Consejo Municipal, ¢390 millones.
Lo mismo ocurrió en el 2020, cuando el alcalde aprobó 11 de las 16 modificaciones de ese año, por un monto de ¢694,2 millones. En total, en ese periodo este municipio realizó aprobaciones presupuestarias por ¢1.513 millones.
En lo que va de este 2022, Siquirres ha aprobado cuatro modificaciones por un monto total de ¢210,1 millones, de las cuales Mangell Mc Lean ha aprobado tres equivalentes a ¢153,0 millones.
Según establece el artículo 109 del Código Municipal, la responsabilidad de la aprobación presupuestaria recae exclusivamente sobre el Concejo Municipal, órgano colegiado que tiene la potestad de aprobar las modificaciones presupuestarias.
Al respecto, Mangell Mc Lean reconoció a La Nación haber realizado las modificaciones presupuestarias señaladas por la Contraloría. Aseguró que estas obedecieron a un error de interpretación de un reglamento interno y que ahora procederán a acatar las recomendaciones.
“Todas esas modificaciones se realizaron con base al Reglamento Municipal de Variaciones Presupuestarias, previamente aprobado por el Concejo Municipal y publicadas desde el año 2018 en La Gaceta, como lo establece el Código Municipal.
“De estas modificaciones se rinde informe al Concejo Municipal en forma Semestral y Anual mediante el informe de Evaluación presupuestaria.
“Nuestros equipos técnicos consideran que es un asunto de interpretación. No obstante, hemos decidido ser respetuosos del informe de la CGR y enmendar de inmediato las acciones administrativas necesarias para seguir nuestras gestiones presupuestarias según los criterios del ente contralor”, aseveró el jerarca.
Por su parte, la Contraloría señaló que Wálter Céspedes, alcalde de Matina, aprobó cinco modificaciones presupuestarias en esa municipalidad por un monto de ¢96,8 millones; esto sucedió durante el periodo comprendido entre 2020 y 2021.
De acuerdo a la información de la CGR, para el 2021 en el ayuntamiento de Matina se tramitaron en total 12 modificaciones presupuestarias por un monto total de ₡995 millones, de las cuales tres fueron aprobadas por Céspedes por ¢88 millones.
Esta situación también ocurrió en el ejercicio económico del 2020, cuando el alcalde autorizó dos modificaciones por ¢9,15 millones.
La auditoría del ente contralor también delectó una “diferencia con Tesorería” por un monto de ¢312 millones, cuyo origen no ha sido determinado por la Municipalidad de Matina.
Dicha diferencia surgió al comparar el saldo en caja al 31 de diciembre de 2021 determinado por la Tesorería Municipal, el cual asciende a ¢1.797 millones, y el resultado de la liquidación presupuestaria 2021, que corresponde a ¢2.109 millones.
“La Municipalidad de Matina carece de controles efectivos respecto de la ejecución presupuestaria, además no cuenta con políticas o procedimientos que regulen efectivamente los procesos de la aprobación presupuestaria, lo que conlleva a un debilitamiento del control interno institucional”, aseveró la Contraloría.
Reglamentos internos
Los alcaldes Mangell Mc Lean y Wálter Céspedes Salazar hicieron las modificaciones presupuestarias al amparo de modificaciones efectuadas en los reglamentos internos de sus gobiernos locales, los cuales en algunos casos se basan en resoluciones derogadas.
El ayuntamiento de Siquirres, por ejemplo, emitió un reglamento interno para realizar variaciones al presupuesto basado en la resolución R-CO-67-2006, publicada en setiembre del 2006 y posteriormente derogada, así como en la inclusión de articulados especiales para dar potestades al alcalde.
Según ese reglamento, las modificaciones que se justifiquen como administrativas tendrán efecto legal en el presupuesto a partir de la aprobación por parte del alcalde; también se faculta al jerarca a aprobar modificaciones de forma unilateral cuando estas vayan para un programa previamente aprobado.
No obstante, la Contraloría reiteró que ningún reglamento interno tiene más peso que el Código Municipal.
En el caso de Matina, su reglamento interno señala que para utilizar los saldos presupuestarios deberán realizar una nueva programación y solicitar autorización a la Alcaldía Municipal, o al Concejo Municipal por medio de una modificación presupuestaria.