Ajuste fiscal equilibra finanzas, pero sin resolver endeudamiento del Gobierno

El Informe Estado de la Nación 2023 destaca que la deuda pública aún supera el 60% de la producción, ejerciendo presión sobre los presupuestos y programas sociales.

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A pesar de la estabilización lograda en sus finanzas gracias a la consolidación de la reforma tributaria de 2018, el Gobierno Central afronta, todavía, un alto endeudamiento que genera presión en los presupuestos nacionales y en recortes de programas, según destaca el Informe Estado de la Nación del 2023.

El informe resalta que el déficit financiero del Gobierno Central alcanzó el 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, marcando el nivel más bajo desde 2009. Este logro propició una mejora en la calificación de riesgo del país por parte de entidades como Fitch Ratings y Standard & Poor’s.

Los avances en los indicadores financieros se atribuyen principalmente a la consolidación de la reforma fiscal de 2018, especialmente a la implementación de la regla fiscal que es una norma que contiene el crecimiento del gasto.

En términos generales, el ajuste fiscal representó casi cinco puntos porcentuales del PIB entre 2019 y 2022, destacándose como un notable logro en el esfuerzo por equilibrar las finanzas públicas, incluso en comparación con estándares internacionales.

Sin embargo, el informe subraya que, a pesar de las medidas de austeridad fiscal, el país afronta desafíos persistentes en relación con los niveles significativos de servicio de deuda, los cuales no han logrado ser controlados, ejerciendo una fuerte presión sobre los presupuestos públicos.

El estudio revela que los intereses pagados por el Gobierno aumentaron del 2% al 4,6% del PIB entre 2012 y 2022, impactando directamente en los gastos operativos esenciales para la prestación de bienestar a la población como la educación y programas sociales que afectan a los más vulnerables.

Aunque la deuda pública disminuyó en términos relativos al representar el 63,8% del PIB el año anterior, una reducción de 4,2 puntos porcentuales respecto a 2021, el saldo absoluto continuó creciendo, en parte atribuido a la apreciación de la moneda nacional frente al dólar.

Hasta noviembre del presente año, la proporción de endeudamiento respecto a la producción fue del 61,5%, aunque el saldo acumulado rozó los ¢29 billones, según el Ministerio de Hacienda.

Balance financiero del Gobierno

Servicio de la deuda sigue alta

FUENTE: PEN, Informe Estado de La Nación 2023, con información del Ministerio de Hacienda    || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.

Condiciones que aumentan la deuda

Nogui Acosta, ministro de Hacienda, explica las condiciones que hacen que el endeudamiento público sea costoso y de corto plazo. Destaca la limitada dimensión del mercado local y la competencia con el sector privado por el acceso a recursos, factores que ejercen presión sobre las tasas de interés.

Acosta señala que los acuerdos con instituciones públicas que prestan al propio gobierno carecen de flexibilidad y, aunque los créditos internacionales son más económicos y tienen plazos más extensos que los del mercado local, a veces enfrentan obstáculos en la Asamblea Legislativa.

Además, destaca que los créditos aprobados suelen ser temporales y con límites de financiamiento.

El ministro resalta, como una de sus principales responsabilidades, mejorar el balance primario, que es el diferencial entre los ingresos y gastos sin considerar el pago de intereses de la deuda pública. El año pasado cerró con un superávit del 2,1% después de 13 años de déficits.

Dice que su meta es concluir la administración con un nivel de deuda inferior al 60% del PIB, permitiendo transitar hacia un escenario de regla fiscal menos restrictiva y liberar recursos del pago de intereses para destinarlos a actividades con un impacto social más significativo.

Deuda pública no es como una hipoteca

Elian Villegas, exministro de Hacienda, destacó que la dinámica de la deuda pública difiere del pago de una hipoteca residencial, que suele programarse, por ejemplo, a 15 años. En este caso, la deuda hipotecaria se reduce gradualmente con el tiempo, ya que está vinculada a la adquisición de un único activo y el esfuerzo del deudor se refleja año tras año.

En cambio, dijo, la deuda del Gobierno representa un flujo continuo destinado a financiar diversos aspectos como el pago de intereses, el principal, la planilla, inversión en obra pública, gasto social, adquisición de vacunas y otros rubros.

Villegas enfatiza que el proceso de reducción de la deuda es a largo plazo, que requieren mejoras en la recaudación fiscal, un control efectivo del gasto y un crecimiento sostenido del PIB.

Actualmente, el país enfrenta una significativa deuda ya contratada con intereses establecidos, por lo que Villegas destaca la importancia del proceso de consolidación fiscal para reducirla.

Este enfoque genera superávits primarios que permiten pagar intereses con recursos propios en lugar de préstamos, contribuyendo a generar confianza en los mercados financieros y disminuyendo las tasas de interés de la nueva deuda emitida.