Agua del cerro Chirripó bajará en botellas como negocio

Producción se iniciará en 8 meses con 5.000 botellas mensuales

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La comunidad de San Gerardo de Rivas, en Pérez Zeledón, deja poco a poco de ser un poblado agrícola para convertirse en todo un imán turístico gracias al cerro Chirripó, que la mira desde las alturas.

Esta transformación se ha gestado en los últimos 15 años y es la que hoy motiva a los lugareños a embarcarse en un negocio con gran potencial: vender agua embotellada del río Chirripó, el cual nace en el monte más alto del país.

Esta idea surgió durante las conversaciones que sostuvieron vecinos interesados en generar nuevas fuentes de empleo en el llamado “sector Chirripó”.

Las comunidades involucradas en el proyecto son Guadalupe, Chimirol, San José, Canaan, Herradura y San Gerardo. Todas ellas se verían beneficiadas cuando esta nueva industria comunal comience a caminar.

El agua embotellada se venderá bajo la marca Agua Chirripó de Costa Rica y ya está inscrita en el Registro Nacional, lo cual dio el banderazo de salida para comenzar con los trámites para el establecimiento de la envasadora, la cual estaría en San Gerardo.

Se trata de un proyecto comunal único en el país.

Visión. Este negocio empezará con la producción de unas 5.000 botellas por mes, lo cual dejaría beneficios a los lugareños por unos ¢20 millones.

El acuerdo es repartir los ingresos de manera equitativa.

Lesmes Marín, presidente de la Unión Zonal de Asociaciones de Desarrollo de Rivas, contó que, desde hace un tiempo atrás, la comunidad vivía con la incertidumbre de ver cómo empresas privadas del cantón comercializaban productos con el nombre Chirripó.

“Nosotros veíamos que todo el mundo de abajo se estaba llevando la marca de aquí (Chirripó), y nosotros solo nos quedábamos viendo y cuidando el lugar. Por eso, esto es un negocio brillante.

”Calcule usted que aquí se está trayendo agua de otras marcas y nosotros somos los que tenemos las aguas más puras del país. Entonces, a todos los vecinos les ha parecido un proyecto fundamental y una fuente de desarrollo muy grande”, explicó Marín.

Para iniciar con este proyecto, la comunidad consiguió un financiamiento por ¢40 millones para comprar un terreno. El dinero lo dio la Dirección Nacional de Desarrollo Comunal (Dinadeco).

El Banco Nacional, además, les dará un financiamiento extra para construir el edificio y la infraestructura necesaria para filtrar el agua y envasarla.

Se estima que el proyecto estará caminando a plenitud dentro de unos ocho meses.

No obstante, la empresa pretende dar sus primeros pasos desde ahora, en un espacio en el salón comunal que les dará la Asociación de Desarrollo de San Gerardo de Rivas.

El agua que se utilizaría para llenar las botellas provendría del mismo acueducto de la comunidad, el cual se nutre de una naciente de agua ubicada en la misma zona.

La esperanza de muchos vecinos está puesta en este negocio, pues la comunidad espera aumentar las fuentes de empleo y la prosperidad de la zona.