Puerto Viejo, Limón. Un plan para construir una marina en Puerto Viejo, en el sureste de la provincia de Limón, genera controversia entre sectores de la comunidad.
Grupos ecologistas alegan que el proyecto, propuesto por la empresa Grupo Caribeño Internacional S. A. y denominado Marina Ecológica Nuevo Mundo , se realizaría sobre un arrecife de coral de unas cinco hectáreas.
“La empresa dice que el coral está muerto, pero esto no es cierto. Según estudios realizados en el 2004, el 9 % del coral está vivo y hay posibilidades de que se regenere”, declaró Guillermo Quirós, oceanógrafo físico.
El proyecto contaría con unos 100 atracaderos y estaría ubicado en playa Negra, entre dos reservas naturales: el parque nacional de Cahuita y la reserva natural Gandoca-Manzanillo.
Para Quirós, el coral sobre el que se instalaría la obra no sería el único perjudicado.
“Existen tres formaciones coralinas en la zona que se verían afectadas por los sedimentos que se producirían durante la construcción. Además, el cambio en el oleaje afectaría a otras especies, como los delfines”, aseveró el oceanógrafo.
Para los comerciantes de Puerto Viejo, la marina no significaría un incremento de beneficios. Así lo consideró Rolando Soto, presidente de la Cámara de Turismo del Caribe Sur.
“La marina se va a construir en playa Negra, uno de los lugares más bellos y que más turismo atrae al pueblo. Así, se destruiría la zona de recreo del turista actual. Los que vengan en yate no usarán los hoteles, se quedarán a dormir dentro”, afirmó Soto.
Similar opinión exteriorizó Delfina Chang de León, comerciante de Puerto Viejo, desde hace 50 años. “Construirán gasolineras para yates y centros comerciales, espantando a los turistas que vienen para ver la naturaleza”, denunció.
Algunos habitantes del pueblo también muestran sus temores. “Los extranjeros llegarían a adueñarse de las tierras y no permitirían el ingreso a nacionales”, manifestó Geovanny Maitland, vecino.
Entre tanto, la Municipalidad de Talamanca declaró en 1999 de interés valorar esta iniciativa y se encuentra a la espera de lo que decida la Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (Cimat).
“Lo único que existe es una solicitud por parte de una empresa, que está estudiando la Cimat. Nosotros nunca hemos dado el visto bueno”, expresó el alcalde municipal, Rugeli Morales.
Sin embargo, el empresario Jan Kalina, uno de los artífices del proyecto, afirmó que el municipio ha expresado siempre su conformidad con la marina. “Ellos nos han dicho que todo está bien. Este proyecto traerá mucho dinero del extranjero”, aseguró Kalina.
En cuanto al impacto ambiental de la obra, aseguró que será mínimo. “La zona eran corales hace 50 años, ahora es roca muerta. El propio pueblo lo ha contaminado”.
Kalina fue propietario del hotel Las Palmas, en Gandoca-Manzanillo, cuyas instalaciones fueron ocupadas y cerradas –en setiembre del 2005– por el Ministerio del Ambiente y Energía (Minae) tras comprobarse daños ambientales dentro de la reserva.
Mientras tanto, la Cimat analizó ya el proyecto inicial, que pasó la fase de consultas previas. “Le realizamos una serie de indicaciones, entre ellas, que redujeran el número de atracaderos de 400 a 100”, afirmó Óscar Villalobos, secretario técnico de esa dependencia.