Un ‘palacio’ de 78 años recupera su gloria en el centro de Aserrí

Inmueble patrimonial data de 1936 y es un ícono en ese cantón

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Vilma Chacón Valverde era una niña de 7 años cuando a ella y sus compañeritos de primer grado de la Escuela Mixta de Aserrí les tocó recibir clases en aquel hermoso salón. “En nuestra mente infantil era como un palacio de esos de los cuentos de hadas. La vista desde el balcón era hermosísima”, recuerda Chacón, quien ahora es maestra pensionada.

El edificio del Palacio Municipal de Aserrí fue construido en 1936 –durante el gobierno de León Cortés– y desde entonces ha abierto sus brazos para acoger innumerables actividades sociales y culturales de los aserriseños.

Con su majestuosa corpulencia en concreto armado, este inmueble diseñado por el prolífico arquitecto costarricense José María Barrantes fue sometido a un proceso de restauración y rehabilitación que lo vigorizó por completo.

Este rescate fue posible debido a que el proyecto para la restauración del edificio municipal de Aserrí fue el ganador del certamen Salvemos nuestro patrimonio arquitectónico 2012. El premio de este concurso consiste en ¢100 millones para poner en marcha la propuesta de restauración que en este caso fue diseñada por la arquitecta María Gabriela Jiménez Jara.

Sin embargo, el Centro de Patrimonio logró gestionar otros ¢50 millones más para las obras.

El vecino más querido. Después de varias décadas de no recibir mantenimiento, la humedad hizo de las suyas, especialmente en las piezas de madera de los pisos, cielorrasos, ventanería y puertas y tuvieron que ser restauradas casi en un 100%. Por ejemplo, el piso del salón de sesiones – en donde doña Vilma recibió clases– estaba muy deteriorado por la humedad y fue necesario cambiarlo. Ahora se ve reluciente como un espejo.

Ese salón también fue el escenario de los bailes de gala que se celebraban en fechas cercanas al 19 de agosto, día de San Luis de Tolosa, patrono del cantón.

“Eran eventos muy exclusivos; era obligatorio mostrar la invitación para poder entrar. Los hombres llevaban traje entero y las mujeres se mandaban a hacer vestidos elegantísimos, con telas muy finas”, dijo Chacón.

Según explicó el jefe del Área de Conservación del Centro de Patrimonio, Adrián Vindas, el edificio mantenía un nivel de integridad de casi el 80%. “Las intervenciones más grandes corresponden a cubiertas y a restauración de piezas en madera. Se logró conservar gran parte de las estructuras originales como pisos de mosaico, ventanas, puertas. Estos edificios fueron construidos con materiales de primera calidad”, dijo.

El edificio cuenta además con un nuevo sistema electromecánico y se realizaron las modificaciones para cumplir con la Ley N.° 7.600 (de Igualdad de Oportunidades para personas con Discapacidad) como la construcción de una rampa de acceso a un costado.

“Junto con la piedra de Aserrí y el templo católico, el Palacio Municipal es un ícono de nuestro pueblo. Ha sido el centro de actividades de la comunidad pues aquí funcionaron instituciones públicas como el telégrafo, la Guardia Rural y las oficinas administrativas de la Municipalidad”, dijo Humberto Zamora, de la farmacia Zamora.