Tradición de la cerámica chorotega revive en museo nicoyano

Ecomuseo de la Cerámica Chorotega, en San Vicente de Nicoya, Guanacaste, tendrá una nueva sala de exhibición

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La milenaria tradición de trabajar el barro y obtener de este vasijas, ollas, tinajas y demás piezas de valor histórico, es un orgullo para los nicoyanos, quienes reforzarán el arraigo por su cultura con la nueva sala del Ecomuseo de la Cerámica Chorotega.

La exhibición permanente, que se inaugurará este viernes 24 de marzo a las 2 p. m., tiene como objetivo no solo preservar la práctica de la alfarería, sino también resguardar otros rasgos de la identidad local, como los paisajes, la arquitectura, la música y los bailes.

Alrededor de 50 piezas, unas originales provenientes del Museo Nacional, y algunas réplicas de clásicas representaciones chorotegas, son parte de la exposición.

Ahí mismo, en el museo, ubicado en San Vicente de Nicoya, artesanos esculpen sus obras a la vista de los visitantes, quienes después pueden adquirir las piezas elaboradas.

Dado el acceso que tienen los lugareños al barro, a los usos que todavía se le da a esta materia prima y al apego generalizado de la población, la cerámica chorotega fue declarada patrimonio cultural inmaterial de Guanacaste por el Ministerio de Cultura en el 2013.

Gestión comunitaria

La nueva sala representa la segunda etapa del Ecomuseo de la Cerámica Chorotega, el cual nació gracias a la iniciativa de un grupo de vecinos unidos por el objetivo de resguardar su identidad y compartirla con los turistas.

La primera etapa del museo abrió sus puertas en el 2007, con una exhibición temporal de fotografías de artesanos, réplicas precolombinas y diseños contemporáneos, muchos alusivos a la huerta chorotega.

El proyecto empezó a gestarse en 1992. Sin embargo, la inauguración se concretó hasta el 2003.

Se trata de un esfuerzo local que cuenta con la asesoría del Programa de Museos Regionales del Museo Nacional y de la Red de Museos Comunitarios de América. Además, forma parte del movimiento continental de los museos comunitarios, que resguardan y gestionan la memoria histórica y el patrimonio cultural de los pueblos.

Las primeras referencias del uso de la cerámica en Costa Rica datan del año 2.000 a.C., práctica que también se reflejó durante la época precolombina en usos domésticos y rituales.

¿Quiere asistir?

Hay dos formas de llegar al Ecomuseo de la Cerámica Chorotega: por Nicoya, de la entrada principal de la ciudad, 18 kilómetros al norte, hacia San Antonio; o por Santa Cruz, de Coopeguanacaste R. L., 13 kilómetros al noreste, hacia Santa Bárbara.

El horario de atención es de 8:30 a. m. a 4 p. m. de lunes a sábado. Los domingos abre solamente si se ha programado la visita de algún grupo. Si desea agendar un tour colectivo, llame al 2681-1563 o al 7019-3265.

El costo de la entrada es de ¢1.000.