Santo Domingo se reenamora de sus casas de adobe y bahareque

Investigación de UCR revela valor histórico de estas viviendas en ese cantón herediano e insta a los propietarios a preservarlas.

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Carmen Azofeifa tiene claro cómo se restaurará la fachada de la histórica vivienda de adobe y bahareque, en Santo Domingo de Heredia, de la cual es propietaria junto con su hermana Emma.

“Es un repello como el de antes, con barro, tuna y azul de mata (un tipo de arbusto), para hacerle no el repello de cemento, sino el típico de esas casas ”, comentó.

Todavía no sabe la fecha exacta de la reparación, pero sí que será este 2018 y que invitará a vecinos quienes, como ella, son dueños de este tipo de edificaciones, “para que vean cómo se hace y puedan hacerlo ellos mismos también”.

La casa de las Azofeifa, en el distrito de Santo Tomás, es conocida como La Centenaria. Se ubica en la finca de café del mismo nombre, la cual fue fundada por su abuela, Emma Villalobos.

La estructura forma parte del conjunto de edificaciones incluidas en la investigación El diseño arquitectónico costarricense: el caso del adobe y el bahareque en Santo Domingo de Heredia, siglos XVIII y XIX, llevada a cabo por dos profesores de la sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Bernardette Esquivel, arquitecta y máster en conservación del patrimonio para el desarrollo, y Henry Vargas, diseñador gráfico y doctor en arte latinoamericano, son los encargados del proyecto.

La indagación, en curso actualmente, se inició en el 2016 y se extenderá hasta mediados de este 2018.

¿El objetivo? Estudiar las características de las casas de adobe y bahareque que le han dado a Santo Domingo un indiscutible señorío arquitectónico desde los años 1.800, cuando se empezaron a levantar edificaciones de ese tipo en el cantón.


Asunto de apegos

No obstante, la investigación ha ido más allá de describir la tipología de estas legendarias viviendas. Se ha convertido en un ejercicio en el que ha aflorado el sentido de pertenencia de los propietarios por los inmuebles.

“No solo hemos visto detalles como la arquitectura y el mobiliario que tienen estas casas; también hemos palpado los valores transmitidos entre las familias que las conservan”, comentó Esquivel.

Según dijo la arquitecta, les ha llamado la atención la respuesta de las familias.

“Al conversar sobre sus antepasados, sobre su arraigo con las casas, se nota que ha aumentado el orgullo por tenerlas. Esa es una forma de conservación: que vean que vale la pena cuidarlas”, aseveró la experta.

Asimismo, continuó, el proceso ha dejado de manifiesto muchas de las relaciones familiares que conformaron la localidad domingueña.

“Se dice que fueron como 11 familias las que dieron vida a la comunidad. Esas uniones todavía se dan. Por ejemplo, los abuelos estaban emparentados entre sí y eso se sigue dando en generaciones posteriores”, contó Esquivel.

Más curiosidades

La especialista comentó que ese apego repercute en la preservación de los inmuebles, ya que las familias oriundas de la zona que todavía son dueñas de esas casas, se han preocupado por mantener un poco más su tejido histórico.

En la otra acera se sitúan las estructuras que han sufrido más transformaciones, muchas de las cuales están ahora en manos de personas que no son originarias de Santo Domingo.

Otro de los descubrimientos de la investigación es que la mayoría de propietarios siguen viviendo en estos edificios.

“Eso es lo ideal, pero no siempre se da. El cambio de uso está permitido, para que no muera ese tipo de arquitectura. Lo óptimo es que las casas se destinen a lugares para realizar actividades comunitarias, cuya función sea enseñar. Sin embargo, a veces es necesario utilizarlas para otros fines, como negocios, por ejemplo”, enfatizó la profesional.

Por el momento, llevan 450 edificaciones contabilizadas en los distritos Central, Santo Tomás, Los Ángeles y San Vicente. Pero la medición se hará en todo el cantón, al menos en dos casas por distrito.

Estos serían los datos de viviendas de adobe y bahareque más recientes hasta el momento para ese cantón, pues el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura no cuenta con una cifra actualizada.

Talleres enseñan a los vecinos a restaurar sus históricas viviendas

Restaurar las casas antiguas es muy caro y esa es la principal limitante para conservarlas en buen estado…

La Asociación de Desarrollo Específico para el Patrimonio Cultural y las Artes de Santo Domingo de Heredia quiere acabar con esa premisa, la cual considera equívoca.

Por eso, imparte talleres para que los propietarios de viviendas de adobe y bahareque tomen conciencia del patrimonio que poseen y repararen estas estructuras por su propia cuenta, para así evitar costosas e invasivas remodelaciones en el futuro.

“La gente dice que restaurar es muy caro, pero, lógicamente, si se trata de levantar la casa del suelo, desde luego que sí. Sin embargo, sin son reparaciones menores, con técnicas sencillas y artesanales, usando lo que se tiene a mano, es posible hacerlo por uno mismo”, aseguró Bernardette Esquivel, presidenta de la asociación.

Entre los temas abordados en los cursos, destacan los daños estructurales promedio que sufren estas edificaciones y cómo resolverlos sin mayor costo económico.

Los asistentes también aprenden a identificar cuál es la tierra más apropiada para realizar la mezcla con la que se logran las piezas de adobe y bahareque.

Asimismo, se preparan para tener claro cuándo es necesaria la intervención de un profesional a la hora de rescatar un edificio.

Trabajo de años

La asociación se constituyó en enero de 2015, pero desde 2007 Esquivel, quien ha dedicado buena parte de su carrera a hacer conciencia sobre la importancia de conservar estas históricas técnicas constructivas, empezó con las capacitaciones en el 2007.

Grupos de escolares de Santo Domingo también se han visto beneficiados con este tipo de instrucción.

“Producto de eso, hemos recibido el llamado de los padres, quienes también quieren formarse para aprender a cuidar estas casas”, agregó Esquivel.

Esos esfuerzos se han traducido en beneficios para el cantón. Por ejemplo, entre el 2011 y el 2012, un grupo de vecinos remozó el templo de El Carmen, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia.

En aquel entonces, la Comisión de Patrimonio de la municipalidad local colaboró con los planos para llevar a cabo la remodelación.

Por el momento, la asociación elabora el calendario de cursos para este año. Estos se empezarán a impartir este mes de enero.

Si está interesado en participar, escriba a: santodomingocultural@gmail.com o revise con regularidad el sitio de Facebook Santo Domingo Cultural Costa Rica.