Famosa escultura del Teatro Nacional recupera pie mutilado por un tubo

Incidente ocurrió en febrero, cuando la pieza metálica de un andamio se deslizó e impactó a la obra

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La famosa escultura de mármol, del Teatro Nacional, conocida como Alegoría a la Fama, recuperó el pie derecho que le fue cercenado desde el pasado 25 de febrero, cuando el tubo de un andamio cayó sobre la extremidad y cortó la pieza, unos cuántos centímetros por encima del tobillo.

Los hechos ocurrieron cuando un grupo de funcionarios del Teatro Nacional realizaba una evaluación de las pinturas que se ubican en el fóyer del recinto. En un determinado momento, se deslizó uno de los tubos del andamio que era empleado para las tareas, afectando la obra, atribuida al artista italiano Pietro Capurro.

Lo que vino a continuación, fue todo un proceso burocrático para el reclamo de la póliza de “Obras de Arte”, que tiene el Teatro el Instituto Nacional de Seguros (INS), dijo a La Nación la restauradora del Teatro Nacional, Carmen Marín.

Esto implicó la presentación de documentos sobre lo ocurrido, así como de información referente a la obra; también se tuvo que hacer un proceso de cotización, en búsqueda servicios brindados por profesionales o empresas, con especialidad en la restauración en mármol o trabajo en piedra en tres dimensiones.

Al final, se eligió a la compañía RLA Conservation of Art & Architecture, que tiene sus sedes en Los Ángeles y Miami, Estados Unidos. Esta empresa se especializa en la conservación y restauración de esculturas, edificios históricos y artefactos, según su sitio web.

Debido a que el Teatro cuenta con una variada programación de actividades, las partes tuvieron que ponerse de acuerdo para cuadrar agendas, de tal forma que se pudiera contar con el espacio libre para hacer los trabajos y que durante esa ventana de tiempo, la empresa tuviera disponibilidad.

Al final, la labor recayó en dos expertos de la compañía estadounidense, ambos de origen cubano. Se trata de Humberto del Rio, gerente de proyectos y técnico en jefe de conservación, con especialidad en Química Industrial; y Yenny Cabrera, restauradora.

Ellos llegaron a Costa Rica el martes 8 de octubre y desde ese día empezaron con las labores, primero con una limpieza, desde las alas hasta la base de la escultura, “para eliminar todo el polvo y la suciedad, con el fin de encontrar su color original, para que a la hora de instalar el pie, poder tener todo de una misma tonalidad”.

La pieza se dejó secar el fin de semana. Seguidamente, se procedió a valorar el peso del pie, para determinar el tipo de pin que debían utilizar, “(...) sobre todo para estar seguros del soporte. Como el pie del ángel está en el aire, hay que considerar mucho eso”, explicó la restauradora del Teatro.

Al final se eligió un pin de media pulgada de espesor, de acero inoxidable. Se hizo la perforación de acuerdo con el análisis de donde debía quedar el orificio, a lo interno de la pierna y el pie. También se colocó un un epoxi de conservación (adhesivo), de grado italiano.

Una vez seco el producto, se removió un soporte y comenzó el proceso de resane, verificación y preparación del color, esta última es una etapa de mucho cuidado que conlleva elaborar varias mezclas, hasta encontrar el tono correcto.

“Los tipos de materiales traídos son de calidad de conservación y restauración, no es cualquier pegamento ni pigmento. Es muy importante la calidad del trabajo que realizaron, fueron muy minuciosos”, expresó Marín.

Debido a que el corte fue muy limpio, la fisura es casi imperceptible, por lo que a penas fue necesario colocar una pequeña capa del material, que según indicó Cabrera, “es permanente pero reversible a la vez”.

“Si en un futuro quieres retirarlo, se puede hacer”, garantizó.

La obra representa una figura alada que sostiene una corona de olivo y simboliza la coronación de las bellas artes y de los artistas. Es una de las más representativas esculturas del Teatro Nacional, ya que hasta 1990 era la pieza central que adornaba el frontón del recinto, junto a otras dos figuras: La Danza y La Música.

Se consultó al Teatro el monto recibido, por medio de la póliza del Instituto Nacional de Seguros, para cubrir los gastos de la intervención. Mediante un correo electrónico, explicaron: “con respecto al pago, este corresponde a la indemnización producto del seguro de obras de arte contratado con el INS. De esta manera los costos han sido sufragados por medio de este seguro. Con la colaboración del INS ha salido de manera fructuosa y favorable para el Teatro y el proceso de todos los pagos ha sido por parte del INS”.