Fallece el padre Julio ‘Pipo’ Fonseca: sacerdote, músico y figura en Barrio Luján

Estuvo hospitalizado con neumonía y murió la noche de este sábado, funerales serán este lunes a mediodía en parroquia de Barrio Luján

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El sacerdote Julio Fonseca, conocido popularmente como “Padre Pipo” y quien fuera durante 57 años párroco en Barrio Luján, San José, falleció la noche de este sábado. Sus funerales serán este lunes a mediodía en dicha parroquia.

Así lo informó a través de la red social Facebook el sacerdote Fernando Muñoz Mora, vicario episcopal para la vida del clero en la Arquidiócesis de San José y quien permaneció de cerca al Fonseca durante sus últimos días.

Fonseca, de 93 años, sufrió una caída en días pasados, por lo que debió ser hospitalizado. También contrajo neumonía y esto complicó su situación.

Vida dedicada a la música y la Iglesia

El sacerdote fue el menor de los cinco hijos del pianista y compositor nacional Julio Fonseca, uno de los más prolíficos en la historia de la música costarricense, quien hizo su primera composición a los 13 años y dejó al país decenas de obras musicales en diferentes géneros.

De su papá, el “Padre Pipo” aprendió de música, y era común escucharlo tocar el órgano y cantar en misa.

En una entrevista anterior dada al periodista Janier Pichardo, el sacerdote señaló que fue en su familia donde descubrió su vocación y su amor por las notas musicales.

“Crecí en un hogar muy católico, mi papá era un ser muy virtuoso, no era solamente un hombre de fe, sino que era un hombre que sabía porque era así. Era organista en La Merced; incluso componía canciones para el corazón de Jesús. Y mi mamá, ¡mi mamá ni se diga! Era una mujer muy piadosa, era una piedad justificada en la santa Biblia. En ese ambiente a uno le va despertando la curiosidad. A uno le gusta la devoción. En mi casa, a la víspera de los viernes de devoción a Jesús, que es el viernes del primer mes, los jueves, los cuatro hombres de la casa nos íbamos a confesar”, destacó en dicha entrevista.

Hace cinco años, el padre Fonseca y sus hermanos legaron las obras de su padre al archivo musical de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“Yo le decía a Mercy, una de mis hermanas, que gracias a Dios existe este archivo porque la música de papá no podía quedar empantanada en una casa”, dijo en aquel entonces en una nota publicada por la Universidad.