Conflicto mancha mural del antiguo cuartel de Cartago

Creadora reclama pago y restauración; alcalde niega deuda y deterioro de la obra

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Un conflicto tiñe de gris los colores del mural estampado en las paredes de los patios internos del Museo Municipal de Cartago, que opera en el antiguo edificio de la Comandancia, en el centro de la ciudad.

En una acera se encuentra la artista de la representación, Guadalupe Álvarez, quien asegura que de los ¢30 millones que costó la obra, solo se le pagaron ¢8,5 millones.

A su queja, la artista agrega que, pese a que es notorio el deterioro de su creación, la Municipalidad no la ha dejado ingresar al Museo para valorar su estado e intentar restaurarla.

En la otra acera, el alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, niega la existencia de tal deuda, así como las malas condiciones de la obra.

La enorme pieza, de 350 metros de largo, se llama Tierra del Guarco . Es un mural etnohistórico que relata 400 años de historia de Costa Rica abordada desde la óptica cartaginesa.

A lo largo de las cinco etapas que lo componen, se dejan ver prominentes personalidades nacionales y cartaginesas. Entre ellas, Juanito Mora, Pancha Carrasco, el indígena Pablo Presbere, el poeta turrialbeño Jorge Debravo y el futbolista José Rafael Fello Meza.

Según contó Álvarez a La Nación , se trata de un trabajo que requirió dos años de elaboración (del 2009 al 2011), más otros dos de investigación y planificación del proyecto.

La pintora explicó que desde que emprendió los trabajos de elaboración del mural hasta la fecha –ocho años después–, ha pasado por un “calvario”.

“Como el mural salía tan caro, entonces la Municipalidad formó una comisión probúsqueda de patrocinios que garantizaba que, con donativos de comercios cartagineses, se iba a costear mi pago”, comentó.

Sin embargo, de los tres pagos de ¢10 millones que se habían acordado –explica– no se le canceló ni uno completo.

Ni deuda, ni deterioro. Consultado al respecto, el alcalde Rodríguez envió a La Nación la copia de un acta del 4 de diciembre del 2015 que asegura que la artista, desde que empezó a desarrollar el mural, en el 2009, sabía que el pago no saldría del presupuesto municipal, sino que era ella quien debía conseguir el patrocinio para echarlo a andar.

Más tarde, en una conversación telefónica con este medio, el dirigente municipal indicó que, en aquel momento, como no había presupuesto para pagar la obra, esto se había especificado en el contrato que firmó la artista y ella había estado de acuerdo.

En cuanto al estado del mural, el alcalde asegura que ninguna instancia del Ministerio de Cultura ha denunciado oficialmente el supuesto daño.

“De momento, nadie nos ha dicho que está deteriorado. En el momento en que alguien lo haga, consideraríamos qué se debe hacer”, dijo.

Según Rodríguez, la situación responde a un conflicto político y no a un tema de índole cultural.

Asimismo, dijo que el municipio no ha recibido una petición formal por parte de la artista para proceder con los trabajos de restauración.

Esta no es la primera vez que el mencionado mural pasa por la polémica pública.

En el 2012, especialistas discreparon con la obra, no por su calidad artística, sino por la selección de elementos históricos realizada por Guadalupe Álvarez para incluir en esta representación.