Palmareños ven en fiestas una veta para hacer dinero

Vecinos cobran hasta ¢6.000 por cuidar carro y ¢300 por usar el sanitario

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Palmares. Sin importar que el zacate sufra por el paso de vehículos, trasnochar hasta las 2 a. m. o prestar el servicio sanitario a desconocidos, los vecinos de este cantón han encontrado en las fiestas una oportunidad para atraer a sus bolsillos jugosas ganancias.

Algunos de ellos reconocieron que ganan millones de colones por disponer de las zonas verdes y otras áreas de sus propiedades durante los 15 días de los festejos. Sandra Arroyo, una vecina, acordó con un tío convertir los jardines de sus casas en un gran parqueo.

“Tenemos tres años de hacerlo. Yo ayudo a cobrar y también a acomodar los carros. Es una platita extra que nos cae bien para las prioridades del año, como la compra de los útiles para la escuela o el colegio”, expresó la lugareña.

Por carro cobran entre ¢3.000 y ¢5.000, dependiendo del día. El jueves, día del tope, el precio se elevó dada la gran cantidad de público.

Pero la familia de Arroyo no se conformó con el parqueo sino que notaron que los fiesteros que llegan a Palmares también demandan servicios sanitarios.

“Construimos tres baños detrás de la casa para alquilarlos durante las fiestas. La gente busca mucho y les queda más fácil buscar uno donde su carro está estacionado”, manifestó la vecina.

La soda Empanadas Mary, en el centro de la ciudad, también exploró una nueva forma de negocio.

Este comercio es conocido “por vender las mejores empanadas de Palmares”, aseguró su propietario Rubén Fernández.

Pero para aprovechar la temporada de festejos instalaron más baños extra. “Acá las ventas suben hasta un 300% en comparación con el resto del año. Tenemos que aprovechar estos días”, destacó el comerciante palmareño.

Un buen negocio. Carlos Gutiérrez, también residente en Palmares, no tiene un terreno para explotar.

Por eso arrendó a una familia el frente de la casa y abrió un parqueo. “Yo pago el alquiler del terreno, que anda en ¢1.500.000 (...) más todos los permisos que hay que pagar en la municipalidad. Puedo redondear unos ¢2.000.000 de inversión”, detalló el vecino.

El terreno que alquila tiene capacidad para recibir unos 70 vehículos. Indicó que, en un día bueno, puede existir un movimiento de carros –entre los que entran y salen– de hasta el doble de la capacidad; es decir, unos 140 vehículos.

“Yo cobro hasta ¢6.000, pero eso depende del día. Luego vamos bajando. Al final me queda suficiente ganancia para invertir esa platita en el negocio de la venta de leña, que es a lo que me dedico el resto del año”, expresó Gutiérrez.

Todos los arrendadores de baños o parqueos entrevistados por La Nación coincidieron en que cada año los requisitos que pide la municipalidad local son más, pero vale la pena. Para ellos significa su agosto en pleno enero.