País ante fuerte ajuste fiscal

Drástica contención en salarios y planilla públicos

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Salarios y planillas del sector público serán dos de los rubros que soportarán el mayor peso del fuerte ajuste fiscal que el Gobierno tiene que ejecutar para alcanzar las metas a que se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Obedece a que solo con un profundo recorte del gasto público será posible para la administración Figueres llevar el déficit fiscal de un 8 por ciento de la producción en 1994, a un 3,5 por ciento este año y un 0,5 por ciento en 1996.

Esta meta, que fue el tema más discutido en las negociaciones con el Fondo, es difícil de alcanzar si se depende únicamente de las medidas fiscales adoptadas hasta ahora.

Tal es la visión del director de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, Rónald García, y de la firma de consultores Ecoanálisis.

De acuerdo con el ministro de Hacienda, Fernando Herrero, con las acciones aplicadas a la fecha se han controlado los principales disparadores del gasto, pero sin embargo será necesario una política salarial muy restrictiva.

"Significa que no se pueden hacer aumentos muy grandes en los salarios, y en general que no pueden haber aumentos grandes en la planilla", aseveró.

Esta afirmación fue respaldada por Rodrigo Bolaños, presidente ejecutivo del Banco Central, quien advirtió: "Para todo el convenio hay un ajuste fiscal muy importante, que junto con la política monetaria se reflejará en una baja de las tasas de interés e inflación".

Ambos funcionarios gubernamentales insistieron en que con las medidas ejecutadas y con estas restricciones adicionales, será posible reducir el déficit fiscal. "No hay ningún compromiso adicional (con el FMI)", enfatizó Herrero.

Sin embargo, García considera que la meta de un 3,5 por ciento para este año es poco probable pues la recaudación de impuestos será efectiva hasta finales de 1995 y, además, se dependerá en mucho de la eficiencia en la recaudación.

"Llevar el déficit fiscal casi a cero en 1996 es muy difícil, excepto que se aplicara una reducción muy drástica en el gasto", dijo.

No es suficiente

Según Ronulfo Jiménez, investigador de la firma Ecoanálisis, el punto central de las negociaciones con el Fondo es la reducción del déficit del sector público a 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para 1996.

"El gobierno de la República posiblemente se comprometería a continuar con la movilidad laboral y a realizar aumentos de salarios a los empleados públicos menores a la inflación para contener el crecimiento del gasto", expuso el miércoles pasado en un seminario realizado por dicha empresa en el hotel Corobicí.

Para Thelmo Vargas, exministro de Hacienda, lo importante ahora es que el Gobierno cumpla efectivamente con todo lo prometido en el acuerdo con el FMI.

Además de esto, considera vital que la opinión pública costarricense conozca los términos del acuerdo y que éste reciba la aprobación del directorio del Fondo.

Empero, para Marco Vinicio Ruiz --presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada--, el acuerdo es importante más no suficiente pues hay un problema serio que no aborda: cómo se va a llevar a cabo la reactivación del sector productivo.

Para este hombre de negocios lo importante no es comprometerse con el FMI a alcanzar una meta de crecimiento del PIB (2,5 por ciento en 1995, y 3 por ciento en 1996), sino definir una política que produzca mayor empleo, disminuya las tasas de interés, atraiga inversiones de manera agresiva y provea fondos para infraestructura exportadora.

Entre tanto, Carlos Alvarado --presidente de la Cámara de Comercio-- manifestó: "La coyuntura de apertura comercial y de globalización de las economías es un elemento hoy presente que requiere de un proceso de ajuste que solo podría alcanzarse si las metas de compromiso con el Fondo se hacen una realidad. El país está en la encrucijada de que hace ajustes en serio o pierde la competitividad internacional y con ello las posibilidades de bienestar para la población".