Un paciente obeso quien fumaba medio paquete de cigarrillos por día se convirtió en la sétima víctima mortal de la gripe AH1N1.
El deceso fue confirmado ayer por el Ministerio de Salud luego de recibir los exámenes de laboratorio de este hombre de 24 años.
Las autoridades aguardan aún por los resultados de una octava muerte con un cuadro sospechoso de este tipo de influenza.
Además, hay 81 pacientes hospitalizados con severas neumonías de los cuales se sospecha presentan una infección causada por este nuevo tipo de virus.
Salud procesa actualmente las muestras de estos pacientes internados para conocer cuáles se infectaron con el virus AH1N1.
Sobre el nuevo deceso, la ministra de Salud, María Luisa Ávila, informó que el paciente estuvo con respiración asistida (entubado) en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital josefino.
Ávila agregó que este hombre ingresó el jueves 9 de julio con una severa neumonía.
“Murió este sábado 11 de julio por un deterioro mayor, y una falla en varios órganos”, agregó.
Ávila indicó que su condición de obesidad y de fumador, complicaron el cuadro infeccioso.
“Los fumadores y obesos mórbidos son pacientes de riesgo, ellos pueden complicarse si contraen el virus de la gripe AH1N1”, aclaró la jerarca.
Entre los siete fallecidos que registra Costa Rica habían obesos, fumadores, diabéticos e hipertensos.
En cuatro de estas muertes predominó la obesidad, además se dio la muerte de una embarazada de gemelos.
Solamente en un caso no se registraron factores de riesgo en los antecedentes del enfermo por la gripe de AH1N1.
En alerta. A la fecha, el país atraviesa por un pico de casos de la pandemia de gripe AH1N1.
El último reporte del Ministerio de Salud informa que se han infectado 428 costarricenses con este virus, desde el reporte del primer caso, el pasado 24 de abril.
En las últimas cuatro semanas, Salud detectó más de la mitad de los 428 casos confirmados a lo largo de 11 semanas de emergencia.
Durante ese período, ocurrieron también seis de las siete muertes causadas por la gripe.
Frente a esta situación, las autoridades sanitarias consideraron oportuno retrasar al 27 de julio el regreso a clases, para proteger a niños y adolescentes.
La medida fue anunciada este lunes, y rige para centros educativos públicos y privados de todo el territorio nacional.
El Ministerio de Educación informó que no variarán la fecha de las pruebas de Bachillerato y descartó prolongar el curso lectivo más allá del 18 de diciembre.