Los cinco náufragos ecuatorianos que permanecían varados en la Isla del Coco salieron de territorio costarricense este lunes, informó en un comunicado oficial el Área de Conservación Marina Isla del Coco (Acmic).
De los cinco suramericanos que salieron del territorio nacional de altamar, tres habían llegado una semana antes y dos más llevaban ya 55 días amparados solo por los guardaparques del Ministerio de Ambiente y Energía.
La lancha más reciente llevó a la isla a Vicente Ignacio Mero Mantuano, de 55 años; Javier Darwin Licoa Núñez, de 35 años, y David Eduardo Domínguez Vaca, de 22 años.
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De la lancha que llegó ahí en abril, estaban aún en la Isla del Coco Víctor Hugo Bravo Armendáriz, de 48 años, y Leonardo Arcentales, de 25.
El otro acompañante que traían, José Leodan Domínguez Vaca (21 años y hermano de uno de los que habían llegado recién) fue traído a territorio continental de Costa Rica, pues había sido golpeado por los supuestos asaltantes que los dejaron a la deriva.
En el comunicado oficial, las autoridades del Área de Conservación explicaron que los suramericanos se fueron en una de las lanchas en que llegaron, que lleva inscrito el nombre Jorge.
Isaac Chinchilla, administrador de la Acmic, explicó que los ecuatorianos reunieron gasolina, víveres y agua para zarpar con destino a un punto previamente pactado con algunos parientes y conseguir lo necesario para seguir con rumbo a Manabí, la provincia de donde son los ecuatorianos.
"La embarcación que saldrá a su encuentro desde las costas ecuatorianas se llama Los 4 hermanos y estará a mando del capitán Manuel Cagua", informó Chinchilla en el comunicado.
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"De nuestra parte, como autoridades del Parque Nacional Isla del Coco, cumplimos con informar de la situación y solicitar instrucciones para proceder. En seguimiento a dichas instrucciones se realizó entrevista a cada uno de los ecuatorianos y se elaboró un descargo de responsabilidades, ante la decisión tomada", apuntó el encargado de la isla.
"Naufragios"
Según narró anteriormente Bravo, dos lanchas los atacaron en el mar, les asaltaron y los dejaron sin chance de seguir en las supuestas labores de pesca y, en teoría, estuvieron un mes a la deriva, hasta que un atunero les dio lo suficiente para mover la lancha y les indicó que podían ir por ayuda a la Isla del Coco. De eso han pasado ya casi dos meses.
El segundo grupo, según consta en el informe oficial enviado por los administradores de la Isla del Coco a las autoridades del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), habría salido del puerto de Manta, en Manabí, supuestamente con la idea de pescar a 150 millas de la costa.
"A los dos días de estar faeneando se les pierde un equipo de pesca, al tratar de rescatarlo, se percatan de que no tiene suficiente combustible para regresar y quedan a la deriva por siete días", dice el informe.
A este segundo grupo también les ayudó, según el testimonio, un atunero que les dijo que se fueran para la Isla del Coco, a 100 millas de la ubicación que tenían en ese momento.
Este segundo grupo, que solo estuvo por 10 días en la isla, aseguró que no conocían al dueño de la lancha en que andaban, además de que no tenían documentos del barco ni del motor, tampoco una orden de zarpe emitido por una capitanía de puerto.
"Dicen no conocerse entre sí, que se reunieron en puerto Manta (Manabí) por primera vez para hacer el viaje", se indicó en el informe.
Antecedente.
Por otra parte, "La Nación" informó este domingo que Víctor Bravo descontó cinco años de prisión en Estados Unidos, por tráfico internacional de drogas, luego de que fue capturado por guardacostas de Estados Unidos, a 100 millas de Puntarenas.
En esa ocasión, Bravo transportaba, junto con dos ayudantes, varios kilos de cocaína con supuesto destino a Guatemala. De esa droga, las autoridades costeras estadounidenses recuperaron 132 kilos.
En el proceso judicial, el ecuatoriano se declaró culpable, aunque afirma que en el momento en que lo detuvieron no tenía droga en la embarcación que capitaneaba junto a dos desconocidos.
Aunque insistió a este medio que nunca volverá a cometer "ese error", en esta ocasión también aseguró que no conocía bien a sus acompañantes en este viaje de pesca.
Esta no es la primera vez que llegan ecuatorianos a la Isla del Coco, en supuesta situación de necesidad.
El año pasado también pasaron por ahí dos grupos de tres personas cada una, a la frontera oceánica más desprotegida que tiene el país, pues tanto autoridades del Ministerio de Seguridad Pública como del Servicio de Guardacostas explican que no tienen las condiciones para recorrer los 550 kilómetros entre Puntarenas y el Coco.
En la primera mitad de este año ya se ha varado la misma cantidad de personas que todo el año pasado.