Museo del Jade exhibe réplica de momia hallada en Chile

Cuerpo original data de 4.500 a 4.000 años antes del presente y corresponde a la cultura Chinchorro

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Quienes visiten el Museo del Jade y de la Cultura Precolombina, en San José, podrán apreciar de cerca la réplica artística de una momia Chinchorro encontrada en Chile, la cual es considerada “un testimonio histórico único y excepcional”.

La réplica, estilo vendada, es de fibra vegetal y pelo; lleva una máscara negra, donde se detalla la nariz modelada, ojos y boca delineados.

La pieza, donada por la Universidad de Tarapacá de Chile, fue elaborada por la artista plástica chilena Paola Pimentel y utilizada como una gestión para obtener la declaratoria de Patrimonio Mundial de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 27 de julio del 2021.

En Chile se exponen varias momias Chinchorro, de niños y adultos.

El cuerpo original, en el que se basó Pimentel, data de 4.500 a 4.000 años antes del presente (a. p) y está resguardado por el Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, en Chile. Su réplica recrea la tradición cultural de 7.000 años denominada “chinchorro”, en la costa del desierto de Atacama en Chile, conocimiento de momificación artificial más antiguo de la humanidad.

Según dijo a la BBC el antropólogo Bernardo Arriaza, experto en la cultura chinchorro, estos métodos de momificación difieren notablemente de los egipcios, donde la momificación estaba reservada para los miembros fallecidos de la élite, mientras que los chinchorro momificaban a hombres, mujeres, niños, bebés e incluso fetos, sin importar de su posición económica.

El Museo del Jade y de la Cultura Precolombina, ubicado al costado oeste de Plaza de la Democracia sobre Avenida Central, en San José, abre todos los días de 8 a. m. a 5 p. m.

“La réplica expuesta permitirá abrir desde el Museo del Jade una ventana cultural para mostrar algunos aspectos de la investigación, contexto cultural y materialidad de otras regiones de América”, comentó la directora del Museo, Laura Rodríguez.

Cultura chinchorro

El descubrimiento de las momias chinchorro ocurrió en 1917, cuando el arqueólogo alemán, Max Uhle, encontró varios de los cuerpos conservados en una playa. Sin embargo, fueron necesarias décadas de investigación para determinar la antigüedad de las momias.

Mediante la datación por radiocarbono –método que utiliza un isótopo radiactivo para determinar la edad de materiales que contienen carbono– se determinó que las momias encontradas tenían más de 7.000 años, es decir, 2.000 años más que las momias egipcias conocidas.

Con esta serie de descubrimientos, los investigadores determinaron que la cultura chinchorro vivió, desde el 7.000 hasta el 1.500 antes de Cristo (a.C), en lo que ahora es el extremo norte de Chile y el sur de Perú. En apariencia, los pobladores se dedicaban a la pesca, la caza y la recolección sedentaria. Asimismo, al fallecer uno de los habitantes, los familiares momificaban su cuerpos de manera sofisticada y conmemorativa.

Se cree que esta tradición comenzó como una forma de “mantener vivos” los recuerdos de los muertos, pues el antropólogo Bernardo Arriaza aseguró a BBC que la momificación de esta etnia fue intencional, para conservar los cuerpos en lugar de dejar que se momificaran naturalmente en el clima seco, aunque también fueron hallados cuerpos momificados naturalmente.

El proceso de momificación era complejo; se hacían pequeñas incisiones en el cuerpo, se extraían los órganos y se secaban las cavidades mientras se arrancaba la piel, explicó Arriaza. Luego, rellenaban el cuerpo con fibras naturales y palos para mantenerlo recto antes de usar cañas para coser la piel.

De la misma manera, colocaban cabello negro espeso sobre la cabeza y cubrían su rostro con arcilla y una máscara con aberturas para los ojos y la boca. Por último, el cuerpo se pintaba en color rojo o negro, utilizando pigmentos de minerales como ocre, manganeso y óxido de hierro.