Masivo fraude con clubes

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Unas 500 personas que adquirieron contratos de clubes con la finalidad de obtener préstamos en condiciones ventajosas, habrían resultado engañadas por una compañía, cuyos dueños les aseguraron ser afiliados a la Cámara de Comercio de Costa Rica y tener su sede central en San José.

Como resultado de varias denuncias, fueron detenidos el jueves dos hermanos de apellidos Quesada Valverde, cuya vivienda situada en Barrio Escalante, en San José, fue allanada por la policía judicial de Cartago.

Ambos se hacían pasar por representantes de la Corporación Dismaq.

El operativo fue autorizado por el Juzgado Quinto de Instrucción de San José con base en 11 denuncias en las que se acusó a los sospechosos de incumplir las condiciones estipuladas en los contratos. Sólo este grupo reportó un perjuicio económico de unos ¢700.000.

Sin embargo, la documentación decomisada a los sospechosos permite estimar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que los afectados son unas 500 personas de diferentes partes del país, según el jefe de prensa de ese cuerpo policial, Francisco Ruiz.

El jefe de la policía judicial de Cartago, Luis Rojas, llamó la atención de estos perjudicados para que acudan a la delegación del OIJ de esa ciudad a denunciar su caso. Es necesario que aporten recibos y copias de los contratos para facilitar los trámites judiciales, según el jefe policial.

Así operaban

El periodista Francisco Ruiz, jefe de prensa del OIJ, relató que los dos sospechosos se presentaban en los hogares y ofrecían un contrato mediante el cual se adquirían fácilmente y en condiciones ventajosas préstamos hasta por ¢1,5 millones para solventar diversas necesidades.

La única condición para tener derecho al crédito era pagar cuotas semanales de ¢2.000, y, cuando el cliente llegaba a la cuota 61, tenía derecho a solicitar el dinero. A los clientes también se les entregaba un número mediante el cual participaban en sorteos con la lotería nacional.

El OIJ, según Ruiz, determinó que varias personas que cumplieron con el pago de la cuota 61 intentaron reclamar el crédito, pero ya los vendedores habían desaparecido del lugar. Fue esto lo que dio pie a las primeras denuncias.

Además, algunos afectados llamaron a la Cámara de Comercio para verificar si Dismaq efectivamente era miembro de esa organización, pero la respuesta fue que se trataba de una compañía que había sido separada por falta de pago en sus cuotas desde hacía varios años.

Hasta el momento se tienen reportadas víctimas de este presunto fraude en Alajuela, Puntarenas, Liberia y Cartago.