Filas de 300 metros, desorden y las inclemencias del tiempo fueron parte de las incomodidades que 13.000 personas pasaron ayer para comprar una de las 40.000 líneas rematadas por el ICE.
La “locura celular” no era para menos pues, según informes del Instituto, ayer se activaron en promedio 1.000 líneas nuevas cada hora.
A a las 7 p.m. se habían vendido cerca de 15.000 conexiones, lo cual representa el 62% de las 24.000 que están en manos de las tiendas distribuidoras.
Hoy, según las estimaciones, podrían agotarse las líneas que poseen las compañías autorizadas por el ICE.
Respecto a las líneas (16.000) que activa el ICE en sus agencias, se acabarían el fin de semana, según las citas ya asignadas.
Esta venta masiva generó , incluso, disturbios en las tiendas, principalmente, por problemas entre clientes que defendían sus campos dentro de las filas.
En esos casos, la Policía intervino para calmar a la multitud.
El malestar de las personas era evidente.
Pascual Quesada, que llegó a las 6 a.m. a la tienda Casa Blanca, en el bulevar de San José, se quejó, por ejemplo, de que la fila avanzaba muy lentamente.
Además, según dijeron personas que esperaban frente a las tiendas, algunos comercios informaban de repente que venderían, por ejemplo, solo 30 líneas por día.
Elberth Durán, vocero del ICE, aseguró que ayer no se recibió ninguna queja formal, pero reconoció que la forma en que se manejó la venta de las líneas, no fue la mejor.
“Depende de la ciudadanía tramitar esas irregularidades”, añadió el encargado.
Quejas por sistema. Los distribuidores, por su parte, afirmaron que la demora en la atención de los clientes se debió a que el sistema de activación de líneas estaba lento.
Luis Carlos Mora, administrador de la tienda Hogar Feliz, en el centro de San José, comentó que algunas transacciones tardaban hasta 30 minutos.
Al respecto, Durán aseguró que el sistema se mantuvo en perfectas condiciones y se desconoce por qué en las tiendas se dijo que la activación de líneas falló.