Jóvenes hablan: ‘Sexo se sigue condenando’

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Para muchos de ellos, el ser mayores de edad no les da la libertad ni para ejercer ni para discutir sobre la sexualidad.

“El sexo es algo natural en el ser humano; hasta nacemos con esto. Sin embargo, se sigue condenando”, comentó María Jesús Vargas, de 18 años.

Ella no es la única. La Nación hizo un recorrido por la Universidad de Costa Rica, en Montes de Oca, y habló con jóvenes entre los 18 y los 24 años.

Todos concuerdan en que el país no tiene una cultura para cuidar la salud sexual de la persona y de la pareja, y mucho menos para educar más allá de un enfoque genital y basado en los riesgos.

“Uno no tiene la apertura para hablar en la casa. Cuesta mucho pedir apoyo para ir al ginecólogo o tomar las pastillas adecuadas para uno. Si yo tomara pastillas y mi mamá se entera, seguro me encierra en el cuarto”, afirmó Ana María Mora, de 20 años.

Celeste Carballo, de 19 años, es de la misma opinión:

“¿Con qué cara va a llegar uno a pedir guía para pastillas si a uno ya le han dicho que no tenga relaciones?”, expresó.

Los mismos muchachos consideran que hay diferencias en la crianza entre hombres y mujeres.

“En el caso de los hombres, hay muchos papás que les dan hasta condones, o por lo menos les recuerden que son fáciles de adquirir. A uno no le van a dar ni condones ni pastillas”, indicó Tatiana Quirós, de 21 años.

Lado masculino. Conseguir respuestas de los hombres fue un poco más difícil.

Los pocos que hablaron, sin embargo, concuerdan con ellas en que todavía falta mucho para que haya un ambiente que les permita cuidar su salud sexual.

“Uno no puede decir que no sabe cómo protegerse de una enfermedad, pero tampoco tiene la apertura como para pedir plata para condones cuando los ‘tatas’ lo mantienen a uno”, mencionó Randall Esquivel, de 18 años.

Sergio Gómez, de 20 años coincide. “Uno sabe cómo cuidarse, pero tampoco es que en la casa se pueda hablar de esos temas. El sexo todavía se sataniza”, señaló.

Los jóvenes, además, tienen claro que la buena salud sexual va más allá del uso de anticonceptivos.

“También tiene que ver con el aseo personal, con cuidarse si a uno le duele algo y conocer el cuerpo. Si uno se conoce, va a saber cuando algo anda mal”, manifestó Monserrat Vargas, de 22 años.

En criterio de los muchachos se necesita más apertura para ir al ginecólogo o saber a quién consultar sobre posibles enfermedades, independientemente de si tienen vida sexual o no.