Vía a nuevo puerto en Moín avanza sin tropiezos

Conavi estima que trayecto de 2,8 km estaría terminado en diciembre

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La construcción de la nueva vía que unirá la ruta 32, en Limón, con la futura Terminal de Contenedores Moín (TCM) avanza sin tropiezo alguno desde que comenzó, en abril.

Superado un escollo en los tribunales, el proyecto comenzó y cuenta con un 75% de avance. Según el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), en diciembre se podría estar inaugurando.

La obra ha enfrentado una férrea oposición del Sindicato de Trabajadores de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Sintrajap). Los muelleros aseguran que esta vía afecta la naturaleza del bosque secundario por donde pasa.

Los sindicalistas adversan la llegada de la empresa APM Terminals, encargada de hacer el megapuerto. Consideran que la obra holandesa afectaría el actual puerto al dejarse en exclusiva el desembarco de contenedores.

Esta carretera debe estar terminada para que la firma extranjera empiece la construcción de la nueva terminal una vez que obtengan los permisos ambientales.

Carlos Jiménez, ingeniero del Conavi responsable del proyecto, explicó que la primera fase de la calle consiste en dejar una vía de 20 metros de ancho en lastre, con dos puentes armables para cruzar el río Moín. La segunda etapa, que se haría hasta que el puerto esté listo, consistirá en colocar el asfalto y construir un paso elevado que llegue hasta la orilla de la costa.

“Ya se termina el hincado de los bastiones que sostendrán los puentes de un extremo del río. Se tiene buen ritmo de trabajo y esperamos a final de año entregar esta primera etapa del proyecto”, dijo Jiménez.

Esta carretera, que se denominará ruta 257 y mide 2,8 kilómetros, es un compromiso del Gobierno con la compañía que levantará el puerto. La obras están a cargo de la empresa MECO y tendrán un valor de ¢11.000 millones.

José Luis Castillo, vocero del Sintrajap, aseguró que sí existe impacto ambiental y que lo probarán. El proyecto implicó trasplantar 150 árboles y la tala de 1.399, así como la reubicación de 323 especies animales de la zona; todo, coordinado con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).

Atraso. Las obras están hasta la orilla del río Moín; aún no pueden cruzar al otro lado debido a un atraso del Consejo Nacional de Concesiones (CNC), el cual no ha concluido la expropiación de varias casas que están en la línea de trabajo.

Ricardo Trejos es una de las 10 personas que tendrá que dejar su casa para dar paso a la nueva carretera al puerto.

Trejos tiene 17 años de vivir allí, mas ya arregló con el Gobierno y dejará los terrenos. Estas propiedades son de Instituto Costarricense de Turismo (ICT), invadidas hace más de 40 años.

Por lo anterior, Concesiones solo pagará a los habitantes por las mejoras que hicieron al terreno, pero no por el lote en sí.

“Me dijeron que ya se había publicado en La Gaceta y que pronto nos pagan, pero nada aún”, comentó Trejos a La Nación.