Trece puentes angostos, algunos con más de 50 años de antigüedad, son hoy un dolor de cabeza para miles de conductores porque, lejos de unir dos puntos, hacen que llegar de un lado a otro se constituya en una auténtica odisea.
Presas de hasta un kilómetro son el tormento diario en varias calles que conducen hacia San José desde Heredia, Alajuela y Cartago. Allí, las vías se reducen de dos o cuatro carriles a uno: el del puente. Así ocurre, por ejemplo, con la carretera de Paso Hondo, que comunica a Sabanilla de Montes de Oca con Guadalupe, Goicoechea.
También sucede con las vías que comunican a Santo Domingo con Heredia y la que conecta a San Miguel de Santo Domingo, Heredia, con Moravia.
Esas rutas tienen tránsito muy denso en horas pico debido a la falta de puentes amplios.
Por esas vías pasan, en promedio, entre 40.000 y 70.000 vehículos por día, según estimaciones del Departamento de Planificación del Ministerio de Transportes.
Al conductor Róger Cascante, el paso entre San Miguel de Santo Domingo de Heredia y Moravia, conocido como “el raicero”, le demanda uno 45 minutos de espera.
Wendy Corrales, otra conductora, aseguró que el paso entre Alajuelita y San Juan de Dios –por el sector de los antiguos embutidos Kali–, pasó a demorar de 15 a 30 minutos, pues ahí existe un pequeño puente de un solo carril.
Pocas alternativas. Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes, aceptó que la situación se ha dejado sin resolver a lo largo de los años. Dijo, también, que la solución no llegará de la noche a la mañana.
Castro expresó que ya están encaminados varios proyectos para ampliar el puente de la ruta 32 conocido como “del Saprissa” y el puente Pirro, en la entrada del cantón Central de Heredia, entre Miraflores y el corazón de la ciudad.
“Ambos están siendo contratados al PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) para el diseño de accesos.
”En unos días se estará remitiendo el contrato a la Contraloría General de la República. Incluye preparación de cartel y apoyo en valoración de ofertas para construcción”, explicó el funcionario.
Castro añadió que existen otros planes, como la ampliación de la vía de Lindora, entre Santa Ana y Belén. Allí se ensancharán los puentes. Además, en estos momentos está en fase de sustitución las estructuras bailey de Tibás.
German Marín, director de la Policía del Tránsito, añadió que aplicar la solución más fácil –colocar un rótulo de ceda el paso en lugar de ampliar el puente– hoy nos pasa la factura.
Marín lamentó que el ritmo al que crece el parque vehicular es mayor al de la construcción de infraestructura vial.
“Los conductores quisieran un oficial en cada uno de estos puentes para regular el paso, pero no damos abasto”, enfatizó Marín.
En Costa Rica, la cifra de vehículos inscritos pasó de 450.000, en 1997, a 1.450.000, en el 2013.
La inversión en nuevas obras viales durante ese periodo no alcanzó a desahogar las congestionadas vías josefinas.