El cierre de la ruta 1 en el cerro Cambronero y el hundimiento en el km 44 de la ruta 27, ya pasan factura a los transportistas que a diario sufren por las presas kilométricas y el pago de más de ¢18.000 en peajes por recorrido entre San José y puerto Caldera.
El director ejecutivo de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga (Canatrac), Francisco Quirós, afirmó que hasta ahora han estimado en más de ¢100 millones mensuales el costo que asumirán únicamente por concepto de peajes sin contemplar aún un mayor gasto en combustible a causa de las presas, las cuales hacen que el tiempo de recorrido por esa carretera de 76 km se incremente en al menos dos horas.
El representante de los transportistas agregó que además hay otros dos aspectos que encienden la alerta pues de continuar agravándose el hundimiento, algunos camiones ya no podrían transitar por ese sitio.
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Incluso, este lunes hubo un incidente en el que un tráiler que trasladaba carros nuevos pegó la parte inferior debido al desnivel en la vía, ocasionado por una falla geológica. La situación generó aún más presas.
“En el hundimiento, al estar muy pronunciado y al seguirse agravando por el tránsito no solo de equipos de carga sino de todos los livianos, nos preocupa porque los chasis de los portacontenedores tienen patas que bajan cuando se despega el cabezal. Si el hundimiento sigue agravándose, las patas podrían comenzar a pegar, lo cual sería desastroso, no solo porque se quedan pegados, sino por todo el daño (en la carpeta). Además hay otro equipo de transporte, que es el car carrier; esos equipos, por la función que tienen, deben ser bajitos para que puedan llevar dos pisos de vehículos, y ya están dando problemas, porque las panzas y las colas ya están pegando”, explicó Quirós.
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El director de Canatrac dijo que la situación es preocupante para todos, pues los costos necesariamente serán trasladados a los consumidores finales de los productos que ellos transportan, en caso de extenderse el cierre.
Además, también enfrentan el riesgo de quedar totalmente incomunicados con el Pacífico en caso de que la 27 sufra algún colapso producto de las lluvias o del mismo daño estructural que presenta en el mencionado hundimiento.
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) advirtió, precisamente, que el aumento en tráfico de carga aunado al incremento en las lluvias por el sector del hundimiento podría acelerar el daño.
Sin soluciones a la vista
El domingo, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, informó tras una visita al sector de Cambronero de que el paso por ese sector de la ruta 1, seguirá cerrado al menos tres meses más.
Esto debido a que además de los puntos vulnerables que ya habían sido identificados, se encontraron nuevos deslizamientos y hundimientos, que será necesario atender mediante una licitación por imprevisibilidad, la cual debe ser aprobada por la Contraloría General de la República.
Amador dijo que, eventualmente, si los geólogos y geotecnistas que realizarán estudios más detallados dan el visto bueno, podría habilitarse un carril con paso regulado.
El paso por esa ruta se mantiene cerrado desde el pasado 17 de setiembre, luego de que un autobús de la empresa Alfaro se precipitara tras ser impactado por un deslizamiento a su paso por el kilómetro 76 de esa zona montañosa. El accidente dejó el saldo fatal de nueve personas fallecidas.
El representante de los transportistas, afirmó que tienen previsto reunirse este martes con el jerarca del MOPT y la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, a fin de discutir posibles alternativas.
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Tras la visita del domingo, el ministro de Obras Públicas también sostuvo una reunión con alcaldes de la provincia de Alajuela, para determinar cuáles rutas alternas pueden mejorarse para atender parte de la demanda durante los meses en que la Interamericana norte se mantenga inhabilitada.
En tanto, en relación con el hundimiento, la empresa a cargo de la ruta 27 recibió luz verde la semana anterior para empezar a trabajar en la solución definitiva a la falla geológica, la cual consiste en la construcción de un viaducto que tiene un costo de $15 millones y cuya ejecución demoraría alrededor de nueve meses.