Presidente: Megapuerto se hará pese a protestas

Sindicato de Japdeva anunció medidas de presión contra nuevo muelle

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Limón. Ni el cierre de los puertos, ni el bloqueo de calles, ni las manifestaciones de Sintrajap contra el megapuerto de Moín, detendrán su construcción.

Así lo advirtió ayer el mandatario Luis Guillermo Solís durante la inspección de la primera fase de lo que será la nueva megaterminal de contenedores en Moín, Limón.

Los manifestantes del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) paralizaron el muelle de Moín durante tres horas, aprovechando la presencia de miembros del Gobierno y representantes de la empresa concesionaria APM Terminals.

“Nada va a cambiar, excepto el perjuicio que le cause a Limón y a Costa Rica el que ese puerto (Moín) esté cerrado. No nos vamos a echar para atrás, ni tampoco las negociaciones que estaban en curso.

”(Los manifestantes) se quedarán ahí sentados para tomarse unas vacaciones de unas pocas horas. Esto no va a tener ningún efecto en la voluntad del Gobierno ni de Limón de seguir para adelante con la obra”, declaró el mandatario.

Ronaldo Blear, secretario general de Sintrajap, adelantó que habrá medidas de presión contra “el monopolio” del megapuerto.

Pero Solís reiteró que, pese a las manifestaciones, no ve necesario un reforzamiento especial en la seguridad, aunque, si fuera necesario, se hará.

La obra, con costo de unos $1.000 millones, incluye la construcción de una isla artificial de 80 hectáreas, donde se agruparán nueve grúas pórticas y 39 grúas de patio.

Además, se levantará un rompeolas de 2.430 metros y un muelle de 1.500 metros con cinco puestos de atraque.

También se construirán edificios administrativos, áreas para el manejo de los contenedores secos y de refrigeración, así como talleres.

Expectativa. Solo la primera fase de la obra durará tres años. Las otras etapas avanzarán dependiendo de la demanda del megapuerto. La concesión del Estado a la firma holandesa es por 33 años plazo para diseño, financiamiento, construcción y mantenimiento de la terminal.

“Vienen más cosas en el momento en que tengamos el megapuerto. Vendrán más empresas a invertir en Limón. Habrá trabajo para todos. A mí no me da miedo la competencia”, expresó el presidente Solís durante el recorrido por el sitio de las obras.

El nuevo muelle permitirá atender embarcaciones que trasladen hasta 6.500 contenedores, casi cuatro veces más grandes que el tamaño del buque que actualmente puede atracar en los puertos de Limón.

Según el gerente general de APM Terminals, Paul Gallie, esta obra “estimulará la confianza de invertir en Limón”.

“Tengo una visión del futuro de Limón de quitar la violencia, la intimidación, que se viva en paz y que las inversiones suban con parques industriales, zonas francas, infraestructura y más empleo”, dijo Gallie.

APM Terminals señaló que la nueva estructura va a crear 400 puestos de trabajo directos y unos 5.000 indirectos.

Desde mediados de enero, la concesionaria informó de que recibió 3.900 solicitudes de trabajo.

Para los primeros seis meses de labores, APM contratará a 350 personas, número que se duplicaría a finales de este año. Al cabo de dos años, serán 1.000 empleados.

“Excelente la apertura a la última tecnología para el progreso en Limón. APM Terminals tiene que ir lo más pronto posible para el bienestar del país”, declaró el limonense Andy Allen James.