El anuncio de la construcción de un nuevo puente sobre el río Virilla, en las cercanías del Estadio Saprissa, en Tibás, da un respiro a los usuarios de la carretera San José- Limón.
No obstante, la obra deja obligado al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) a considerar con prontitud la ampliación del tramo de la carretera cercano al puente, en el sentido hacia Limón. De lo contrario, el respiro será fugaz.
El plan implica la construcción de un puente a tres carriles, paralelo al actual. Para final de mes, estarían listos los diseños de este paso, informó la arquitecta Andrea Soto, del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Con la nueva estructura, los conductores que viajen en sentido Limón-San José pasarán por el nuevo puente a tres carriles, para luego incorporarse a la carretera de dos carriles.
Entre tanto, quien se trasladen en el sentido San José-Limón utilizará el puente actual, a dos carriles, para luego continuar por una vía a un solo carril, confirmó Soto.
Por el momento, no está planteado ningún proyecto de ampliación para la vía, ya muy congestionada en horas pico. Únicamente se contempla ensanchar 250 metros.
“Cuando uno viaje de Limón a San José, pasará de una vía angosta a una más ancha; en el otro sentido, el proyecto considera (ampliar solo) los 250 (metros) antes y después del puente”, informó Soto.
Olman Vargas, director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), reconoció el esfuerzo del Conavi con esta obra.
Sin embargo, Vargas también recordó la necesidad de que los proyectos se planifiquen como sistemas que son; esto es, que consideren carreteras, puentes e intersecciones.
“Cuando se duplique la capacidad establecida, van a pasar más carros en menos tiempo. Entonces la ampliación de un puente, que es un esfuerzo muy importante, debe conllevar el tema de vías y ampliación de intersecciones”, manifestó.
Características. El nuevo puente será de 285 metros divididos en tres tramos o partes.
Se colocará a 5,50 metros del paso actual, aguas abajo, es decir hacia el oeste.
Para su construcción, está en trámite la viabilidad ambiental por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena). Además, serán necesarias luego cuatro expropiaciones y el desalojo de algunas familias que viven debajo del puente actual.
Concluidos los diseños, Andrea Soto estimó que pasarán entre cuatro y cinco meses para la contratación de la empresa encargada de ejecutar la obra. Ellos promoverán que sea la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
Para el proceso de construcción, se requieren unos 18 meses.
El proyecto se hará con fondos de un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Falta todavía el reforzamiento del puente viejo.