El tramo final de la carretera de Circunvalación, tal y como está diseñado, lejos de combatir las presas del área metropolitana, se convertirá en un tapón vial.
La obra , cuya construcción se iniciaría a principios del 2015, debe tener un mínimo seis carriles y no cuatro como está previsto el diseño original. De lo contrario no daría abasto con el tránsito.
Así lo señala un informe técnico de funcionalidad solicitado por el consorcio Hernán Solís–La Estrella, empresa que fue adjudicada por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) para construir la carretera entre La Uruca y Goicoechea.
El documento, del que La Nación tiene copia, fue elaborado por el consultor Leonardo Castro, en setiembre anterior.
Según el análisis, por el tramo de cinco kilómetros pasarán 60.000 vehículos diarios. Sin embargo, el diseño original está considerado para 20.000 vehículos por día.
“ Es importante señalar que con el diseño planteado, ya en el 2015 casi el 50% de los vehículos que requerirían entrar a la red no podrían ser atendidos en cada hora pico, lo que implicaría demoras importantes en la red y una prolongación importante de las horas pico (periodo pico se extendería por más horas)”, detalla el estudio de Castro.
El plan advierte de que esa carretera no puede tener accesos o salidas; de lo contrario, su calidad de servicio sería muy baja.
Esto implica que la vía tendría una calificación E o F (donde A es la óptima); es decir, que los carros no podrán circular a más de 20 kilómetros por hora, debido a las presas.
Incluso alerta de que el mismo día de su inauguración habría colapso vial en el sector de Guadalupe, Goicoechea.
La Nación contactó a Castro, pero prefirió no referirse al tema debido a que no tenía autorización de la constructora.
También se intentó conocer la versión de la firma, pero no se logró ubicar a los encargados.
Mauricio González, viceministro de Infraestructura, expresó que ya conocía del informe y de las advertencias; sin embargo, aún no han tomado decisiones.
El funcionario informó de que enviaron el documento a la Dirección General de Ingeniería del Tránsito para “verificar que lo que dice el consultor sea cierto”.
El viceministro reconoció que analizan varias acciones, pero no tienen un plan B, y esperarán por las indicaciones de sus ingenieros.
Luis Guillermo Loría, del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), adelantó que pediría al MOPT tomar en cuenta las observaciones de Castro.
“Esto es exactamente igual a las decisiones que se tomaron en la ruta 27 (San José-Caldera), son decisiones que se toman a corto plazo, porque no se considera el crecimiento de la flota vehicular a unos 30 o 40 años”, exteriorizó.
El diseño y construcción de la Circunvalación Norte fueron adjudicados por el MOPT el año pasado por un monto de $141 millones.
La carretera se empezó a construir en la década de los años setenta, y aún hoy sigue pendiente la construcción de los cinco kilómetros del arco norte, y al menos cuatro pasos a desnivel para sustituir rotondas. También hacen falta salidas y entradas.