Al menos ¢100 millones le costó en el 2014 al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) reponer señales de tránsito verticales que fueron robadas o destruidas por particulares.
Zonas alejadas de la población, autopistas o carreteras en zonas montañosas, son de los lugares donde más se presenta este problema, según representantes de esa institución.
La cifra fue confirmada por Junior Araya, director de Ingeniería del Tránsito del MOPT, quien afirmó que la situación no es nueva y, más bien, aumenta cada año.
Araya explicó que los daños a la demarcación vertical tiene diferentes motivaciones y la primera tiene que ver con lo “apetecible” que se vuelve para algunas personas, el tipo de material con que se elaboran los rótulos.
La mayoría están hechos con metal galvanizado o aluminio, materiales buscados por personas de escasos recursos para vender en las recicladoras o chatarreras.
La segunda causa es el vandalismo, con particulares que rayan y pintan estos dispositivos por diversión e incluso los usan como blanco para disparar armas de fuego.
La primera. Carlos Rivas, asesor jurídico del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), dijo que todos los días se dan casos en la mayoría de calles del país.
Sin embargo, reconoció que fue hasta el pasado fin de semana que lograron identificar y denunciar a las primeras personas por este delito.
Se trata de una pareja de jóvenes, al parecer uno de ellos menor de edad, que aparecen en fotografías pintando una señal de tránsito en barrio Socorro de Santo Domingo de Heredia. Las imágenes llegaron a las redes sociales y fueron compartidas por cientos de personas.
Rivas detalló que presentaron dos denuncias, una por parte del Cosevi y otra por el Departamento de Ingeniería del Tránsito, alegando violación al artículo 400 del Código Penal.
Esa norma pena con cinco a treinta días multa a quienes alteren, dañen o quiten sin permiso ese tipo de señalización.
Peligro. Araya indicó que la falta de una señal en carretera, por ejemplo de un “alto”, o un “ceda”, puede causar accidentes, pues confunde a los choferes.
El director dijo que han intentado cambiar el tipo de material que se utiliza para elaborar las señales, con el objetivo de hacerlas menos apetecibles para las chatarreras, pero no han logrado hallar otro que sea óptimo.
“Hemos tratado de probar con otro tipo de materiales, como plástico o hierro”, apuntó Araya.
Por su parte, Rivas resaltó que para el MOPT es muy difícil encontrar a los responsables de hacer los daños, por lo que pidió a la población llamar al servicio de emergencias 9-1-1 cuando vean a alguien dañando o hurtando señales de tránsito.