Contralora relata a diputados cuento de terror sobre infraestructura en Costa Rica

Estado pagó $14,3 millones entre 2005 y 2014 por créditos internacionales ya aprobados y que no se están utilizando

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Mala gestión, improvisación, negligencia y desconocimiento. Proyectos que acaban costando el doble y otros que avanzan un 10% al momento en que deberían finiquitarse. Empresarios que abusan de las reglas. Falta de dinero y millones que se desperdician por atrasos. Incompetencia.

Estos elementos son parte del relato de terror que sobre infraestructura pública contó este mediodía a los diputados la contralora general de la República, Marta Acosta, quien señaló que lo peor de todo es el costo social que los costarricenses pagamos por las deficiencias en este sector.

PRESENTACIÓN SOBRE REZAGO Y ATRASOS EN EJECUCIÓN DE OBRA PÚBLICA

Con números en mano, Acosta expuso la situación bajo juramento en la comisión legislativa de Control de Ingreso y Gasto Público, cuyos miembros acabaron declarándose "boquiabiertos", pesimistas o con "con ganas de llorar". No esperaban un cuento de fantasía, pero tampoco una historia tétrica sobre las calles, edificios y puentes del país, o la falta de ellos.

"Debe haber un cambio radical" y "hay que enojarse", subrayó Acosta tras mostrar cómo el Estado pagó $14,3 millones entre 2005 y 2014 por créditos internacionales ya aprobados que no se están utilizando por distintos motivos y que hacen que Costa Rica esté siempre en los últimos escalafones respecto a infraestructura.

Hay proyectos financiados con préstamos internacionales que se deben acabar en cinco años y que a los tres años y medio solo cumplen con el 6% de avance, como el caso del empréstico para vías cantonales. También recordó casos como la carretera nueva a San Carlos, que ya lleva consumido el 200% de lo presupuestado y aún está incompleta en espera de expropiaciones.

Sospechas de corrupción. Costa Rica tiene suscritos 20 créditos internacionales por $2.836 millones, pero está pendiente el desembolso del 73% de los recursos y hay otro monto que ya entró a la caja única del Estado, en espera de que las autoridades del Gobierno logren aprovecharlo. Y si lo gastan bien, ya sería otro tema sin que la CGR sea la culpable. "Es un problema de gestión", aseguró.

De la comparecencia de la contralora se concluye que las deficiencias de gestión tocan al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), pero también a todas las institituciones a cargo de proyectos, como el Ministerio de Educación con la construcción de aulas o municipalidades con vías cantonales.

Los diputados lamentaron este oscuro diagnóstico y, sobre todo, la carencia de responsables de los distintos gobiernos, con las sospechas de corrupción detrás.

Los ejemplos de la incompetencia citados este jueves fueron la carretera a San Carlos, Bajos de Chilamate, aeródromo de Los Chiles, puentes de la ruta 32, el nuevo edificio del MOPT, el edificio Tobogán, Circunvalación norte y la estrella de las ineficiencias y dolores de cabeza: el puente "la platina" en la autopista General Cañas.