Mujeres embarazadas, adultos mayores y personas en sillas de ruedas son algunos de los usuarios que desde este martes podrán utilizar los cuatro ascensores del puente peatonal frente al Colegio de Periodistas, en Sabana Este, y el puente ubicado sobre Circunvalación, en Hatillo 5, ambos en San José.
Los elevadores, ubicados en cada extremo de los pasos, disponen de cámaras de vigilancia, que registran lo que ocurre las 24 horas del día. Hay cámaras dentro y fuera de los ascensores.
Asimismo, disponen de un teléfono para contactar a la empresa Casa Confort, que se comunica con los servicios de emergencia en caso de alguna eventualidad.
Los trabajos tienen un valor de $1.1 millones, equivalente a unos ¢600 millones, informó el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) mediante un comunicado.
El ingeniero Carlos Jiménez, del Consejo Nacional de Vialidad, recalcó que los elevadores son la alternativa a las rampas de acceso, ya que la ubicación de estos puentes peatonales impide colocarlas por la falta de espacio.
"Los ascensores son la solución para cumplir con el derecho de las personas a la accesibilidad en estos puentes, que fueron construidos cuando no existía normativa como la Ley 7.600, que tutela los derechos de las personas con discapacidad", explicó Jiménez, segun el comunicado.
Con estos puentes se cumple con las sentencias judiciales que establecían la necesidad de hacer estos pasos peatonales accesibles para todas las personas.
Se hace un llamado a los ciudadanos para que denuncien cualquier uso incorrecto, vandalismo o intentos de hurto al 9-1-1.
Con la puesta en funcionamiento de los elevadores en Hatillo y La Sabana, ya son cinco los pasos peatonales que cuentan con ascensores.
Desde febrero pasado están en funcionamiento los ascensores en tres puentes peatonales ubicados en San Diego de La Unión, sobre la carretera Florencio del Castillo; en La Uruca, frente al Hospital México, sobre la carretera General Cañas; y en Quesada Durán, sobre la Circunvalación. Estas estructuras costaron $1.3 millones, unos ¢700 millones.